Un hombre en Carolina del Norte que apuñaló mortalmente a su esposa en el cuello 16 veces tan solo unos días después de casarse con ella para obtener un estatus migratorio legal, fue sentenciado a cadena perpetua.
Por La Opinión
Al jurado le tomó sólo unas horas condenar a Erick Hernández Méndez, de Raleigh, Carolina del Norte. Su víctima, Christina Matos, fue encontrada muerta dentro de su apartamento en abril de 2021.
Matos, que tenía sólo 20 años en el momento de su muerte, era estudiante de radiología en Wake Technical Community College. Familiares y amigos de la víctima le dijeron a WNCN, afiliada de CBS, que la joven y Hernández Méndez se conocieron cuando vivían en Clayton, Carolina del Norte, y luego se hicieron amigos como estudiantes universitarios.
En el momento de su muerte, hace casi tres años, el padre de Matos dijo que ni siquiera se había dado cuenta de que su hija se había casado.
La joven estadounidense, hija de padres venezolanos, fue vista por última vez el viernes 2 de abril de 2021 en su fiesta de cumpleaños. Una persona llamó el domingo al 911 para reportar su desaparición.
Agentes descubrieron el cuerpo de Christina en su habitación, en un apartamento ubicado en el segundo piso de la residencia estudiantil Signature 1505, en Hillsborough Street.
En el juicio, Hernández Méndez, nacido en México, testificó que no mató a la joven en el apartamento que compartían después de casarse el 29 de marzo. Más bien, culpó a su compañera de cuarto, Kailey Lynch-Firicano, por el asesinato.
El acusado declaró que acordó pagarle a Matos $15,000 dólares por ayudarle a obtener su estatus migratorio legal. También dijo que vio a su compañera de cuarto matar a la joven y luego decidió ocultar la muerte debido a una amenaza de lastimar a su familia.
Firicano finalmente fue acusada de obstrucción de la justicia y delito grave de cómplice de asesinato después del hecho. Hernández Méndez dijo al jurado que Firicano estaba celosa de su matrimonio.
Fiscales mostraron pruebas contundentes
Pero durante los argumentos finales, los fiscales describieron una historia muy diferente, diciendo que Hernández Méndez se volvió celoso y resentido, y a medida que la amistad se agrió, nunca pagó los 15,000 dólares.
Los fiscales dijeron que los mensajes de texto mostraban a Matos preguntándole con frecuencia sobre el pago, lo que irritaba a Hernández Méndez. También dijeron que cuando ella traía amigos al apartamento, eso lo enfurecía y alimentaba sus celos.
Un mensaje que envió Matos en particular mostraba exactamente cómo veía ella a Hernández Méndez. “Para ser sincera, Erick, solo estoy haciendo estrictamente negocios contigo, no me hables en absoluto a menos que me necesites para algo específico”, escribió.
También se presentó evidencia en el juicio que muestra las búsquedas en Internet que Hernández Méndez realizó, donde consultó formas en las que una persona aún podría obtener su estatus migratorio si su cónyuge ciudadano hubiera fallecido, según informó WNCN.
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