Ucrania denuncia las elecciones presidenciales rusas en los territorios ocupados de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, así como en Crimea, y ha llamado a sus ciudadanos a no votar en unos comicios que califica de “farsa”, en medio de múltiples informaciones de irregularidades.
La viceministra ucraniana Irina Vereshchuk ha pedido a los residentes de las zonas ocupadas, que suponen aproximadamente el 20 % del país, que eviten participar en las elecciones “por todos los medios”.
“Los ocupantes pueden elegir a quien quieran y decir lo que quieran en su justificación. Lo principal es que los ciudadanos ucranianos eviten participar en esta farsa”, dijo al comenzar este viernes la fase principal de la votación de tres días en Rusia y los territorios que se anexionó ilegalmente en 2014 y 2022.
Vereshchuk subrayó que Rusia “no respeta ningún derecho, libertad, norma o convención internacional” allí, e instó a los residentes de las zonas ocupadas “a hacer todo lo posible para marcharse”.
Un disparate, no elecciones
Las elecciones presidenciales rusas en los territorios ocupados no sólo son ilegítimas sino que no tienen nada que ver con comicios reales, dijo a EFE Petró Andriushchenko, asesor del alcalde legítimo de la ocupada ciudad oriental de Mariúpol.
“No se trata sólo de su ilegalidad. El caso es que no tienen ninguna característica de unas elecciones”, dijo.
Mientras Rusia busca legitimar su ocupación de territorios ucranianos ante los ojos de sus ciudadanos creando una imagen de amplia participación y apoyo al presidente ruso, Vladímir Putin, cualquier dato sobre la participación electoral carecerá de sentido y estará muy alejado de la realidad, sostiene.
“No puede haber datos fiables simplemente porque no hay listas de votantes. Y celebrar elecciones, incluso las ilegales, sin esas listas es un disparate”, subraya Andriushchenko.
Según él, menos del 20 % de los habitantes de Mariúpol permanecen en la ciudad, mientras que decenas de miles de rusos han llegado allí desde su captura hace casi dos años.
Aún así, para fomentar la participación, Rusia ha permitido formalmente votar incluso a aquellos residentes que sólo tienen pasaportes ucranianos.
“Es una tontería que los ciudadanos ucranianos elijan al presidente de la Federación Rusa”, subraya Andriushchenko.
Como muchos tienen varios pasaportes, pueden votar fácilmente tantas veces como quieran en medio de la falta de un control efectivo.
“En nuestro experimento, un miembro de la resistencia logró votar 15 veces”, dijo Andriushchenko.
Obligado a votar
Según Katerina Mijalevska, analista de OPORA, una ONG que se centra en las prácticas electorales, Rusia está utilizando las elecciones para poner a prueba la lealtad de los residentes restantes y, de hecho, los está obligando a votar.
En las zonas ocupadas de las regiones de Zaporiyia y Jersón, miembros de comisiones electorales creadas por Rusia han estado visitando a los residentes en sus hogares desde el 25 de febrero, acompañados por al menos un soldado armado.
“Hay videos, así como testimonios que recibimos, tanto directos como anónimos, que lo confirman. Si alguien se niega a votar en su presencia, inmediatamente se le pregunta: ¿Por qué?”, dijo a EFE Mijalevska.
Es difícil discutir en presencia de hombres armados, explicó.
Yevgueni Balitski, líder impuesto por Rusia en la región ocupada de Zaporiyia, también anunció públicamente que las autoridades rusas tienen un plan para filtrar y deportar a los “ciudadanos poco confiables”, señala la experta.
En numerosos casos, la votación se realiza en “mesas electorales” improvisadas justo en las calles, donde la votación secreta, el monitoreo efectivo y el almacenamiento seguro de las papeletas son imposibles, dijo Mijalevska.
No al reconocimiento internacional
Ucrania pide a los países extranjeros y a las organizaciones internacionales que se abstengan de reconocer los resultados de las pseudo elecciones.
Mientras que, según OPORA, las “elecciones” tienen como objetivo confirmar el “deseo” de los territorios ucranianos ocupados de formar parte de Rusia, Andrushchenko estima solo un 25 % de los residentes que quedan en Mariúpol tienen puntos de vista prorrusos.
“Estas 15.000 a 20.000 personas son suficientes para hacer vídeos de propaganda. Pero no es nada cuando se trata de reflejar la voluntad real de la población”, afirmó.
En tales circunstancias, el reconocimiento de la legitimidad de los resultados de las elecciones en toda Rusia por parte de las organizaciones internacionales y los Estados miembros de la ONU demostraría su crisis y su “incapacidad para garantizar el aislamiento diplomático de Rusia”, cree Mijalevska.
EFE