“Si nosotros no nos dializamos y nos quedamos sin una diálisis, estamos en peligro de morir”, expresó Estanislao Niño, paciente renal desde hace seis años en el estado Táchira, quien denunció los retrasos en el inicio de sus respectivas hemodiálisis en las últimas semanas, debido a los constantes cortes eléctricos, racionamiento de agua y ahora, a la escasez de combustible para las plantas eléctricas.
Luz Dary Depablos / Corresponsalía lapatilla.com
En Táchira, los pacientes crónicos siguen siendo los más afectados por los prolongados cortes eléctricos y las fuertes fluctuaciones, al ver interrumpidos sus tratamientos de vida, como ocurre con los más de 360 pacientes renales en todo el estado, quienes dependen de un riñón artificial, pero sin electricidad estas máquinas no funcionan y sus vidas cada día están en riesgo.
“Se vienen muchas muertes de personas con esta patología, si no se atiende la emergencia”, aseguró Luz Marina Martínez, presidente de la Fundación de Pacientes Renales en Táchira, pues las personas se descompensan en las largas horas de espera o en las interrupciones de cada diálisis por los cortes eléctricos o por la falta de agua.
“Nosotros necesitamos el gasoil aquí, hay ocho pipotes, creo que eso alcanza para el mes, porque lo que dan son 300 litros y ahorita que la planta se la pasa todos los días prendida, pues no alcanza. Nosotros estamos pasando trabajo aquí con la diálisis”, enfatizó el paciente Estanislao Niño, quien además manifestó que en los últimos días dos compañeros de la unidad donde él recibe su tratamiento, tuvieron que ser hospitalizados de emergencia porque ha habido días que no reciben el tratamiento las horas que corresponde.
Igualmente, John Leal, un joven de 30 años, que nació con un solo riñón, pero lamentablemente hace tres años se le desprendió en un accidente de tránsito, por lo que desde ese momento comenzó con tratamiento de diálisis, señaló que, “Por lo menos yo traje dos kilos, me voy a sacar los dos kilos y a veces quedo con un kilo de más, 800 (gramos) de más o veces me sacan más de lo que tienen que sacarme, pero es por la luz y la planta que no está activa, porque si todo el tiempo estuviera activa no hubiera esa falla, a veces eso hace que uno quede mal dializado”.
La presidente de la Fundación de Pacientes Renales en Táchira, planteó a una de las autoridades de Corpoelec, que las cuatro unidades extrahospitalarias de San Cristóbal, es decir, los centros Sedianca (Barrio Obrero), Centro Clínico, Diásanca (Maltín Polar) y Unitaca (Av. 19 Abril), formen parte de los circuitos del Hospital Central y del Seguro de San Cristóbal, a fin de garantizar electricidad de manera ininterrumpida desde las 6:00 am hasta las 4:00 pm, para evitar esta situación. Sin embargo, no ha habido respuesta.
Por tanto, los pacientes esperan que las autoridades de la Mesa del Combustible en la entidad, programen a las unidades de diálisis en las prioridades para el suministro de gasoil, pues en el mercado negro el litro tiene un costo de un dólar por litro y no cuentan con los recursos para cubrir estos elevados gastos, los cuales deben ser atendidos por el Estado.
Igualmente, ante el periodo de sequía esperan que Hidorsuroeste de prioridad a los sectores donde se encuentran ubicadas las unidades de diálisis.