El informe generado por el US INSTITUTE OF PEACE (WOLA): cuyo título “NEGOCIANDO UN RETORNO A LA DEMOCRACIA EN VENEZUELA” nos resulta llamativo porque encapsula la “narrativa” sobre el propósito de las negociaciones como lo plantean Estados Unidos y los países de la Comunidad Europea, cabría preguntarse ¿Cuánta verdad y cuánta ilusión contiene esta narrativa?
Tenemos que decir que el uso de la negociación para la salida de un régimen dictatorial es una práctica común, que se ha planteado innumerables veces. Recordemos que nuestro caso no es único, actualmente hay más de 58 dictaduras en el mundo.
En el caso venezolano es bueno advertir la presencia de varios actores, unos principales; el régimen de Maduro y el gobierno de Estados Unidos, otros secundarios, la seudo oposición y la oposición legítima de María Corina. Para Maduro el objetivo es conseguir reconocimiento internacional, reducir sanciones y recuperar personajes de su entorno íntimo que cumplen condena en el país del norte.
Para los norteamericanos, conseguir que Venezuela sea nuevamente un proveedor confiable de petróleo y segundo, a distancia, la democracia local. La seudo oposición solo ha servido para hacerle comparsa al gobierno, mientras que, la nueva oposición está comenzando a jugar sus cartas.
Para abordar el tema de fondo, tomaremos como base lo desarrollado por Gene Sharp en su From dictatorship to democracy. A conceptual Framework for Liberation, un clásico en la materia, publicado en 1993, Bangkok, (Burma), Tailandia.
Repasaremos algunas de las conclusiones a las que llega Sharp:
Primero, las dictaduras no se deben combatir por medios de fuerza, por la sencilla razón de que la dictadura siempre es superior en recursos para reprimir por la fuerza a toda oposición.
En nuestro caso es más que evidente, los presos políticos, los torturados, los exilados.
Segundo, la conclusión que sigue es que el método para el éxito es la oposición política, económica y social pacífica, organizada e inteligente,
Según Sharp la negociación puede tener éxito en áreas secundarias o colaterales, como es el caso de las negociaciones salariales, intercambio de prisioneros, como hemos visto recientemente. Pero cuando se trata de un tema medular, como la continuidad del régimen, este no es el método adecuado.
Como tema colateral, cuando se le ofrece una salida a los líderes de una dictadura, la oferta tiene menos posibilidades de éxito mientras más se profundice y avance en los juicios por crímenes contra los Derechos Humanos, como es el caso de Maduro, porque él no se pueden confiar en una negociación en la que no tenga la seguridad de que la otra parte pueda cumplir el acuerdo.
Por el momento el acuerdo de Barbados, ha dado la posibilidad de que avanzara la consulta de la oposición con el triunfo arrollador de María Corina y que continuara, con muchos tropiezos y las detenciones de los dirigentes de su partido, defensores de los derechos humanos y otros, su campaña electoral.
Si bien, la negociación en sí no parece ser el camino, utilizada en el contexto de la lucha pacífica, organizada e inteligente puede contribuir al éxito, especialmente si María Corina se convierte en un Tsunami social que arrolle a lo que se le ponga enfrente. El futuro, como hemos dicho muchas veces es imprevisible.
Gerardo Lucas. Economista-Historiador/. gerardolucas.wordpress.com