Una escena de tensión se vivió en un edificio del barrio de Astoria, en Queens, Nueva York, cuando una madre latina, Adriana Álvarez, corrió al rescate de su hija, Lex, de 18 años, en un intento de secuestro. Las imágenes captadas por una cámara de vigilancia en la puerta del departamento muestran el momento exacto en que un hombre con el rostro cubierto baja rápidamente las escaleras detrás de la joven, con intenciones de llevársela por la fuerza.
Por La Nación
La Policía de Nueva York identificó al sospechoso como George Vassiliou, de 25 años, quien resultó ser un antiguo compañero de trabajo de la joven. Ahora, el hombre, quien se declaró inocente, enfrenta cargos de intento de secuestro y está detenido en la cárcel de la Isla Rikers con una fianza establecida en 50.000 dólares, según informó The New York Post.
Cómo fue el intento de secuestro de la joven en Queens
Si bien el hecho ocurrió el pasado 23 de enero por la mañana, recién trascendió en las últimas horas. Todo ocurrió mientras Lex regresaba de su paseo matutino con sus perros y se disponía a entrar a su departamento. En ese momento, un hombre enmascarado apareció desde una escalera, donde se mantenía oculto, y trató de llevársela.
Vassiliou, que llevaba puestos guantes negros, agarró a Lex por los hombros y comenzó a arrastrarla por las escaleras. Sin embargo, su madre, al percatarse de la situación, decidió correr tras ellos.
“Jamás había escuchado a mi hija gritar de esa manera”, comentó Álvarez, de 35 años, al citado medio. “Al principio pensé que tal vez uno de los perros había corrido escaleras abajo, pero al salir me di cuenta de que se estaban llevando a mi hija a rastras. Uno nunca espera que este tipo de cosas sucedan, especialmente dentro de tu propio edificio. Fue horrible”, siguió Álvarez.
Lo que siguió fue un enfrentamiento dramático entre el agresor y ambas mujeres a lo largo de cuatro pisos del edificio. A pesar de los esfuerzos de Álvarez por golpear al agresor, este persistió en empujar a Lex escaleras abajo hacia el hall de entrada. Según relató la mujer, el agresor le golpeó la cara y utilizó gas pimienta para neutralizarla.
La ayuda de los vecinos fue clave para evitar el secuestro
A pesar de haber sufrido una dislocación de hombro, una fractura de órbita y un codo roto durante la pelea, la madre de la adolescente no desistió. “Cuando llegamos al primer piso, un vecino que escuchó nuestros gritos salió y comenzó a atacar al agresor. Vi que la puerta del departamento estaba abierta y empujé a mi hija hacia adentro. Tuve a los ángeles de mi lado. Estoy muy agradecida de tenerla de vuelta”, concluyó”, relató.
La intervención de los residentes del lugar también desempeñó un papel crucial en la situación: uno de ellos salió armado con un palo al escuchar los gritos de auxilio, logró golpear a Vassiliou y detener su avance. Otro vecino intervino para ayudar a mantener al agresor bajo control hasta que llegara la policía.
Vassiliou bloqueó la puerta con uno de sus pies para evitar que se cerrara y volvió a intentar llevarse a la niña. “Traté de empujar su pie hacia afuera, pero él me agarró del pelo y me arrastró hacia el vestíbulo del edificio”, recordó Álvarez.
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