Los glaciares de Nueva Zelanda pierden “continuamente” hielo a consecuencia del aumento de las temperaturas en los últimos años por culpa de la crisis climática, según informaron este lunes fuentes oficiales del país oceánico.
El Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA, siglas en inglés) explicó hoy en un comunicado que los sobrevuelos aéreos -que realiza esta agencia científica neozelandesa desde la década de 1970 para analizar el estado de los glaciares- muestran que éstos están “destrozados y hechos añicos” por la constante pérdida de hielo.
El estudio indica que mientras la línea de nieve se ha incrementado en los últimos años en las zonas frías y altas de Nueva Zelanda, al mismo tiempo se experimenta “una tendencia continua de pérdida de hielo glacial“, de acuerdo a las observaciones del director de este programa de investigación científica, Andrew Lorrey.
Incluso, los científicos del NIWA notaron que en el último avistamiento de un glaciar que no había sido sobrevolado desde 2018 ha perdido un tercio de su tamaño.
Los científicos del NIWA vincularon el retroceso de los glaciares al aumento de las temperaturas en Nueva Zelanda, que ha registrado siete de los diez años más cálidos que ha experimentado el país desde que existen registros meteorológicos.
Incluso, el 2023 fue el segundo año más cálido registrado, una tendencia que siguió el resto del mundo, con un 86 % del planeta con temperaturas superiores a la media ese año.
“Aunque tuviéramos algunas estaciones más frías, no serían suficientes para deshacer el daño que ya se ha hecho”, lamentó Lorrey, experto en aplicaciones climáticas y medioambientales del NIWA, al insistir en la necesidad de “abordar el problema del aumento de los gases de efecto invernadero para salvar nuestros glaciares del deshielo”.
Los glaciares son importantes fuentes de agua de deshielo, que sustenta los hábitats de los arroyos y aporta nutrientes a lagos, ríos y océanos, así como alimentan a los lagos hidroeléctricos, lo que repercute en la disponibilidad de energía renovable.
Asimismo, los glaciares aportan anualmente unos 100 millones de dólares neozelandeses (60 millones de dólares estadounidenses o 55 millones de euros) a la economía del país oceánico a través del turismo. EFE