El repicar de las campanas y los cantos católicos resuenan en la casa del santo Ilanero, que imprime amor y esperanza en sus devotos que lo enaltecen todos los Miércoles Santo en la población de Achaguas, estado Apure. El Nazareno fue traído por el general José Antonio Páez tras ganar la batalla en el campo de Carabobo.
Por María Eugenia Díaz / Corresponsalía lapatilla.com
Al pie del Nazareno de Achaguas, los caminantes descalzos con los pies sucios, visualmente adoloridos, pero llenos de fe y devoción, los ciclistas y los creyentes en el santo de los llaneros, veneran y agradecen los favores concedidos durante un nuevo año de tropiezos y éxitos. También dan testimonios de milagros y confían sus necesidades al santo del llano venezolano.
Alrededor del santuario, se exhibe de forma elegante la imagen del Milagroso Nazareno de Achaguas, vestido con atuendos especiales con su característico color morado, cobija a los asistentes a la iglesia, que entre lágrimas y con los ojos cerrados mantienen un contacto único, directo y celestial con quien consideran su guía y mentor.
Ana Rosa Pérez es colombiana de nacimiento y venezolana de corazón, porque está radicada en Achaguas. Relata que ante la fe tan profunda que tenía su madre, ella murió en la tierra milagrosa del Nazareno de Achaguas, a pesar de que vivía en Valencia.
Recuerda con gratitud que su bisnieta logró sobrevivir, pese a que nació prematura de seis meses y medio, y permanecer dos meses hospitalizada en San Fernando de Apure. “Mi niña está sanita, gracias a Dios y al Nazareno de Achaguas. Nos sentimos bendecidos”, dijo.
Pérez este año tiene una nueva petición al Nazareno de Achaguas: salvar a su exesposo de una vida banal apartado de su familia. “Le pido al Nazareno que él reflexione en cuanto a sus hijos”, dijo. Para el país, esta venezolana enraizada en Apure ruega por paz, trabajo y progreso, pese a las dificultades.
Kilómetros de fe
Ana del Socorro Mirabal García está pagando promesa por tantos milagrosos concedidos a su familia, en especial, a su hermano, paciente con Sida, que pudo superar sin contratiempo esta terrible enfermedad durante los últimos 28 años. También da fe de la recuperación paulatina de su bisnieto, luego de sufrir una arritmia cardíaca y ya no amerita de trasplante. “Damos gracias a Dios por darnos tantas oportunidades en esta vida”, apuntó Mirabal para lapatilla.com.
A las afueras del templo, el presbítero Pablo Gualdrón enalteció la llegada de los peregrinos de Kilómetros de Fe, quienes luego de recorrer más de 450 kilómetros en bicicleta, llegaron gozosos y con mucha devoción al santuario de los llaneros este Miércoles Santo.
Las celebraciones eucarísticas serán parte de la jornada restante de este Miércoles Santo, así como también habrá bautizos, la bendición de monseñor Alfredo Torres y la procesión del santo moreno por las principales calles de Achaguas, donde cada año participan nuevos creyentes en el Nazareno de Achaguas en esta celebración religiosa de renombre internacional.