En el período previo a los ataques con cohetes de Ucrania contra el puente Antonovsky, una carretera vital que cruza desde la ciudad ocupada de Kherson hasta la orilla oriental del río Dniéper, los funcionarios de seguridad estudiaron cuidadosamente una serie de informes especiales. Era el verano de 2022 y Rusia dependía en gran medida del puente para reabastecer a sus tropas al oeste del Dniéper. Los informes contenían investigaciones sobre dos cosas: ¿la destrucción del puente llevaría al pánico a los soldados rusos, o a sus familias en casa? Y, lo que es más importante, ¿cómo podría el gobierno de Ucrania maximizar el golpe a la moral creando “un entorno de información particular”?
Por The Economist
Así describe Sviatoslav Hnizdovsky, fundador del Open Minds Institute (omi) en Kiev, el trabajo que realizó su equipo de investigación generando estas evaluaciones con inteligencia artificial (ia). Los algoritmos examinaron océanos de contenido de redes sociales rusas y datos socioeconómicos sobre temas que van desde el consumo de alcohol y los movimientos de población hasta las búsquedas en línea y el comportamiento del consumidor. La IA correlacionó cualquier cambio con la evolución de los sentimientos de los “leales” y liberales rusos sobre la posible difícil situación de los soldados de su país.
Este trabajo sumamente sensible sigue dando forma a importantes decisiones ucranianas sobre el curso de la guerra, dice Hnizdovsky. Esto incluye posibles ataques futuros contra el puente ruso de Kerch, que es el único enlace terrestre directo entre Rusia y Crimea.
Armado con ChatGPT
Ucrania, superada por Rusia, busca cada vez más una ventaja con la IA empleando la tecnología de diversas maneras. Un coronel ucraniano involucrado en el desarrollo de armas dice que los diseñadores de drones comúnmente consultan a Chatgpt como un “punto de partida” para ideas de ingeniería, como técnicas novedosas para reducir la vulnerabilidad a las interferencias rusas. Otro uso militar de la IA, afirma el coronel, que pidió el anonimato, es la identificación de objetivos.
A medida que los soldados y los blogueros militares se han vuelto más cuidadosos con sus publicaciones, las búsquedas simples de pistas sobre la ubicación de las fuerzas se han vuelto menos fructíferas. Sin embargo, al ingerir grandes cantidades de imágenes y texto, los modelos de IA pueden encontrar pistas potenciales, unirlas y luego suponer la ubicación probable de un sistema de armas o una formación de tropas. El uso de este enfoque de “piezas de rompecabezas” con inteligencia artificial permite a Molfar, una empresa de inteligencia con oficinas en Dnipro y Kiev, encontrar normalmente de dos a cinco objetivos valiosos cada día, dice Maksym Zrazhevsky, analista de la empresa. Una vez descubierta, esta información de inteligencia se transmite rápidamente al ejército de Ucrania, lo que resulta en la destrucción de algunos de los objetivos.
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