El juez encargado del caso del español Daniel Sancho, acusado del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, prohibió este martes a todos los asistentes que informen de lo que ocurre dentro de la sala del juicio.
El juez del caso, cuyo nombre es confidencial, ha ordenado en la primera jornada del juicio, a la que sí tuvo acceso EFE, que no se informe de nada de lo que pase dentro de la sala en la que se celebra y ha prohibido el acceso a los periodistas.
Asimismo, ha advertido a todas las partes, incluidos los abogados y el fiscal, que no ofrezcan detalles del proceso, y ha advertido que si se comprueba que se ha difundido información se perseguirá a los responsables, que podrían enfrentarse a penas de cárcel.
El juicio oral empezó alrededor de las 9.45 hora local (GMT+7) en el tribunal provincial de Samui (isla al sur de Tailandia), hasta donde se desplazaron decenas de medios de comunicación.
En la primera sesión declararon testigos de la Fiscalía que coincidieron con Sancho en la isla de Phangan, donde supuestamente tuvo lugar el crimen el pasado 2 de agosto.
En concreto, una mujer de nacionalidad birmana que encontró los primeros restos del cadáver de Arrieta en un vertedero de Phangan el 3 de agosto y una mujer tailandesa que alquiló una motocicleta a Sancho en la isla el 31 de julio.
“El tribunal ha sido muy contundente a la hora de apercibirnos de que todo lo que se diga que haya podido suceder dentro lo va a investigar por (constituir) un posible delito y con sus consecuencias penales”, señaló hoy al salir del la corte el abogado español Juan Gonzalo Ospina, que representa en España a la familia de Arrieta.
Según Ospina, el juez fue muy “riguroso“, y, ante la gravedad de los hechos, “no quiere que exista ningún tipo de juicio paralelo ni que se informe de a lo que se están refiriendo los testigos“, lo único permitido, añadió, son “valoraciones generales de cómo se está desarrollando” el proceso.
En un momento de la sesión la policía tailandesa entró en la sala para asegurarse de que “nadie tenía algún dispositivo para sacar imágenes” ni grabar sonido, agregó.
A la vista de hoy asistió el padre de Sancho, el actor Rodolfo Sancho.
El acusado, de 29 años, está representado por el abogado de oficio tailandés Aprichat Srinuel y es imputado de tres delitos: asesinato premeditado, ocultación del cadáver y destrucción de documentación ajena, por el pasaporte del colombiano.
La defensa argumentará en el juicio que la muerte de Arrieta se debió a un accidente durante una pelea, en la que según su versión Sancho actuó en defensa propia, mientras que el fiscal encargado del caso, Jeerawat Sawatdichai, tratará de demostrar que se trató de un asesinato premeditado. EFE