La desactivación de un gen, llamado TGF-beta 1, en las primeras etapas del desarrollo de un ratón de laboratorio llevó a los investigadores a terminar accidentalmente con un mamífero embrionario de seis patas y sin genitales.
Por: Clarín
Este extraño e inesperado resultado generó que los científicos (los biólogos del desarrollo Anastasiia Lozovska y Moisés Mallo y sus colegas del Instituto de Ciencias Gulbenkian de Portugal) viraran la dirección de su investigación que, en un principio, era sobre la médula espinal.
“Yo no elegí el proyecto, el proyecto me eligió a mí”, le dijo Mallo a Nature News sobre esta investigación que fue publicada en Nature Communications .
Para el estudio, los científicos compararon embriones de ratón de 10 a 17 días con y sin versiones funcionales del gen, TGF-beta 1, que codifica la proteína receptora TGF-beta 1.
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