Era 1970 cuando Lisa Niemi, de 14 años, conoció al hijo del dueño de la compañía de danza de Houston donde bailaba, un adolescente llamado Patrick Swayze. El flechazo fue inmediato por ambas partes y cinco años después, con apenas 19 y 21 años, respectivamente, se casaron. Su matrimonio, tan sólido como discreto, terminó en septiembre de 2009, cuando Swayze, para entonces convertido en uno de los bailarines y actores más carismáticos de Hollywood, murió a causa de un cáncer de páncreas. Entonces Niemi lanzó un par de libros, lanzó un documental y concedió algunas entrevistas, pero ahora, casi 15 años después de la muerte del protagonista de Dirty Dancing, ella ha vuelto a sentarse ante un micrófono para relatar cómo fueron sus últimos días junto al amor de su vida.
Por El País
Durante 50 minutos, Lisa Niemi Swayze, de ahora 67 años, ha charlado con la pareja de reporteros televisivos Amy Robach y T. J. Holmes en su podcast, llamado Amy and T.J., donde ha explicado que en cuanto el actor fue informado de la enfermedad, supo que era su sentencia. “Desde el primer momento en el que supo que tenía cáncer de páncreas, se volvió hacia mí y me dijo: ‘Soy hombre muerto”, relata con crudeza Niemi en la charla. “Yo no sabía demasiado sobre el cáncer de páncreas, pero él sí, y por lo que él sabía cada vez que escuchaba a alguien decir que tenía ese cáncer, era como: ‘Bueno, pues ya se ha ido”. El propio intérprete lo supo y lo hizo público, y en una entrevista con la periodista Barbara Walters en un especial de la cadena ABC en enero de 2009 reconoció que no se daba “por vencido”, pero que sabía que le quedaban no “más de dos años” de vida. Fueron nueve meses.
La bailarina también ha recordado cómo fue el momento en el que Patrick Swayze conoció su diagnóstico, en enero de 2008 (lo haría público un par de meses después). Los médicos le realizaron una endoscopia y después, aun en el hospital, le dieron a ella el resultado: era cáncer de páncreas. Entonces le tocó a Niemi informar a su marido de la enfermedad y decidir en qué momento y cómo hacerlo. Él se estaba recuperando de la anestesia tras la prueba y ella no quería contárselo mientras él estaba “todavía medio grogui”, por lo que decidió esperar unas horas, se quedó dormida y, al despertar, se encontró con un médico sentado frente a su marido, con él todavía en la cama: “Supe que el doctor se lo acababa de decir”. “Y así fue”, cuenta ahora, “el médico le dijo: ‘Puedes seguir adelante y tratarlo de un modo tan agresivo como quieras, pero piensa en poner tus asuntos en orden cuanto antes’. Es algo duro de oír”. De ahí que llamara a su cuñada, oncóloga en Texas, para que les ayudara con el tratamiento y ella les recomendara entrar en un ensayo clínico e “ir a por todas”.
Desde el primer momento el matrimonio, que no tuvo hijos, decidió que “cada pizca de energía” que tuvieran iría destinada a “ayudarle a vivir”, y sobre todo intentaron, sin caer en la ingenuidad, ser optimistas. Reconoce que no era fácil y que ella lloraba a menudo, siempre a escondidas, porque una vez su marido la vio llorar y “se asustó”. “Tu vida cambia en un segundo y ya nunca vuelve a ser la misma. Todo está a la deriva. Siempre nos autodenominamos realistas-optimistas, porque sabíamos con toda probabilidad cómo iba a acabar, pero nos aferramos a que él sería de los que lo superarían, porque los milagros ocurren. Tratamos de mantenernos muy positivos con todo, pero te digo una cosa, era como vivir en una completa pesadilla 24 horas al día, siete días a la semana”, recuerda ahora.
Él siempre trató de pelear por su vida, como ha contado también Niemi, que ha sacado a relucir en su charla un momento especialmente doloroso cuando ambos estaban dando un paseo por su rancho de Nuevo México y él le pidió ir de camping una última vez. “Era un día precioso, me miró con lágrimas en los ojos y me dijo: ‘Quiero vivir”. Pese a que el próximo 14 de septiembre se cumplirán 15 años de la muerte del actor, para quien fue su pareja durante casi 40 años sigue siendo complicado hablar de él. “Trae recuerdos que, claro, no son del todo agradables”, ha reconocido en la entrevista con Robach —que fue diagnosticada con un cáncer de mama en 2013— y Holmes. “Pero sé lo que siente la gente al luchar por alguien a quien quieren. Y al hacerlo con una enfermedad que tiene tan pocos recursos. Es como: ‘Sí, todos tenemos que morir en algún momento, pero danos una oportunidad de luchar”. De ahí que ahora Lisa Niemi esté dedicada a “llamar la atención” sobre este cáncer y sus síntomas: “Cuanto antes des con ello, mejor”.
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