Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien se encuentra cumpliendo una sentencia de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad ubicada en Colorado, Estados Unidos, solicitó a un juez federal la restitución de sus privilegios para realizar llamadas telefónicas y recibir visitas.
Por infobae.com
En una carta dirigida al juez federal Brian Cogan, fechada el 20 de marzo y presentada en un tribunal de distrito de Nueva York, Guzmán expuso su petición, enfatizando su deseo de que su esposa, Emma Coronel, y sus hijas tengan la posibilidad de visitarlo. Cabe mencionar que sus hijas solo podrían hacerlo durante las vacaciones escolares debido a sus compromisos educativos en México, según Telemundo.
Emma Coronel Aispuro, esposa de Guzmán, enfrentó su propio juicio en noviembre de 2021, cuando fue sentenciada a 36 meses de prisión tras declararse culpable de varios cargos, incluyendo el lavado de dinero y la conspiración para distribuir sustancias controladas. Su implicación en los planes de fuga de prisión de Guzmán en 2015 y antes de su extradición a Estados Unidos en 2017 fue un elemento clave en su juicio. Tras cumplir su sentencia, Aispuro fue liberada en septiembre de 2023 de un centro de rehabilitación ubicado en California.
Además de las peticiones relacionadas con las visitas, Guzmán reclamó que se le permitiera continuar recibiendo las dos llamadas telefónicas mensuales de 15 minutos que previamente había estado autorizado a tener, destacando que desde mayo de 2023 se le había restringido el contacto telefónico con sus hijas. El capo del narcotráfico señaló que esta situación constituye una “discriminación sin precedentes”, instando al juez a tomar medidas al respecto, de acuerdo con ABC News.
Según NBC, Guzmán fue condenado en 2019 por varios delitos, destacándose entre ellos el tráfico de drogas a gran escala y la conspiración para asesinar, en el marco de sus actividades al frente del cartel de Sinaloa. Este cartel, bajo su liderazgo, fue responsable de importar a Estados Unidos más de un millón de kilogramos de cocaína, así como grandes cantidades de heroína, marihuana y metanfetamina. La evidencia presentada durante su juicio demostró que el cartel utilizaba métodos violentos, como asesinatos, secuestros y torturas, para mantener su dominio.
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