El País: Edmundo González Urrutia, el candidato que no quería serlo

El País: Edmundo González Urrutia, el candidato que no quería serlo

El candidato opositor Edmundo González Urrutia. JEFFREY ARGUEDAS (EFE)

 

 

 





La oposición venezolana ha terminado escogiendo al candidato que no quería serlo para enfrentar a Nicolás Maduro.

FLORANTONIA SINGER

A Edmundo González Urrutia, el cuidapuesto de la papeleta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la tercera opción tras la inhabilitación de la escogida en primarias María Corina Machado y el bloqueo de la inscripción de su sustituta Corina Yoris, le ha tocado mantener su cara en el tarjetón y desafiar a Maduro y las futuras estrategias del chavismo para cerrarle el paso a quien pueda amenazar su permanencia en el poder.

El dilema de esta semana ha sido resuelto. Manuel Rosales, con experiencia en cargos públicos, currículo y ambiciones de candidato presidencial, ha decidido declinar a favor del diplomático, al que Machado ha dado su apoyo.

González Urrutia ni siquiera ha emitido alguna declaración desde que su nombre, con el epíteto de “candidato tapa”, empezó a sonar alto como no ocurría hace años. El 31 de marzo tuvo que despertar su cuenta en X que no movía desde 2017 para decir que otra cuenta intentaba suplantar su identidad.

“Esta es mi única cuenta de Twitter. Alguien se ha tomado la libertad de abrir una cuenta no autorizada. La cuenta FALSA es @EdmundoGonzU”, escribió días después de que la Plataforma Unitaria, heredera de la MUD, lograra ingresar al sistema electrónico del Consejo Nacional Electoral y pudo registrar su nombre. Desde entonces no ha dicho más.

Convencer a González Urrutia para que aceptara la candidatura costó varias horas. La oposición se la ha jugado y ha lanzado la pelota a la cancha. Las autoridades chavistas tendrán ahora difícil encontrar motivos para bloquear una candidatura que ya pasó el primer filtro del Consejo Nacional Electoral.

El trabajo de consenso y de logro de acuerdos, para los que han remado muchos dirigentes más allá de los candidatos más visibles, ha dejado en el camino, por ahora, las estrategias del chavismo para dividir a la oposición.

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