Grigori Yefímovich Rasputín, conocido como el “monje loco”, fue una figura emblemática y polémica en la historia de Rusia, especialmente por su cercanía con la última familia real de los Romanov. Nació en 1869, en un pueblo de Siberia y ascendió desde sus humildes orígenes hasta convertirse en un consejero confiable de la familia real rusa. Esta relación generó descontento y preocupación entre la aristocracia y los círculos políticos del país.
Por: Infobae
A pesar de su aparente vida piadosa y sus afirmaciones de ser un sanador y hombre santo, Rasputín también era conocido por su comportamiento licencioso y su adicción al alcohol, lo que contrastaba fuertemente con la imagen que intentaba proyectar. Su influencia sobre los zares Nicholas y Alexandra, especialmente debido a su supuesta capacidad para aliviar los sufrimientos del zarévich Alexei, quien padecía de hemofilia, lo colocó en una posición de poder, pero al mismo tiempo lo hizo objeto de numerosas críticas y conspiraciones.
La verdadera historia de la muerte de Rasputín
La noche del 16 al 17 de diciembre de 1916, Rasputín fue asesinado en uno de los palacios más grandiosos de Rusia, un acto que marcó el clímax de una campaña de odio y conspiración en su contra. La narración más conocida de su muerte proviene de los relatos del príncipe Félix Yusúpov, quien junto con otros conspiradores, incluido el gran duque Dmitri Pavlovich y varios cómplices más, orquestaron el asesinato de Rasputín.
Según Yusúpov, esa noche intentaron envenenar a Rasputín con pasteles y vino contaminados con cianuro, pero, sorprendentemente, el veneno no tuvo el efecto esperado en el monje. Desesperados, Yusúpov y sus cómplices procedieron a dispararle.
Aunque inicialmente creyeron que Rasputín estaba muerto, este se levantó en un último intento por sobrevivir, lo que llevó a Yusúpov a dispararle nuevamente. La versión de Yusúpov sostiene que, finalmente, Rasputín murió debido a las heridas de bala, aunque los detalles sobre si fue también golpeado y arrojado al río Neva siguen siendo objeto de especulación.
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