Arqueólogos del Museo Estatal de Prehistoria de Sajonia-Anhalt siguen trabajando en el pueblo de Oppin, en Alemania, en unas excavaciones realizadas en el distrito norte de Saale antes de que empiecen las obras de construcción de una línea de corriente eléctrica que va desde Wolmirstedt (Sajonia-Anhalt) a Landshut (Baviera).
Por: Clarín
Durante los trabajos se ha descubierto un entierro “sumamente interesante” de un hombre de entre 40 y 60 años que yacía agachado sobre su lado izquierdo, mirando al este y con la cabeza hacia el norte. Aunque no se encontraron bienes, la posición del difunto indica que la tumba fue construida a finales del Neolítico, en el marco de la cultura campaniforme, aproximadamente a 2.000 años a.c.
La sorpresa para los investigadores fue encontrar una gran roca de 1 metro de largo, 50 centímetros de ancho y 10 centímetros de alto que yacía sobre las piernas dobladas del individuo. “Hay que suponer que la piedra fue colocada allí por alguna razón, posiblemente para mantener al muerto en la tumba y evitar su resurrección”, afirman los expertos.
Una tumba de zombie
El entierro ha sido descrito por los arqueólogos como una sepultura de “retornado”, ejemplos a los que popularmente se les denomina como “tumbas de zombies”. Varias culturas antiguas hacen referencia a personas que regresan de entre los muertos como un espíritu o un cadáver animado, a veces para aterrorizar a los vivos.
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