Con el alegato final de Daniel Sancho, en donde sigue declarándose no culpable, ha terminado este enloquecido juicio donde las fechas y actores han ido modificándose sin cesar. Como ejemplo, hasta el último día, las situaciones rocambolescas han hecho acto de presencia. Hoy, antes de la declaración final de Daniel, se esperaba el testimonio de un chef tailandés que supuestamente iba a asegurar que con cuchillos de sierra adquiridos en tiendas de menaje se pueden cortar cocos. Pero de manera humorística, el hombre no ha acudido, aduciendo que su jefe en el restaurante que trabaja no le daba permiso. Esto, sumado a que no permitieron a Carmen Balfagón –entre otros testigos de la defensa– testificar, ha permitido entender que el juez, no sólo no quería perder más tiempo, sino centrarse en asuntos más serios que conocer cómo se cortan los cocos.
Por larazon.es
Lo que sí ha quedado claro es que el próximo jueves 29 de agosto a eso de las diez de la mañana –evidentemente no sorprendería un cambio de última hora–, Daniel Sancho y sus padres sabrán qué pena le caerá: si la capital, la cadena perpetua, o como dice Marcos García Montes, seis años a lo sumo por homicidio imprudente, lo cual permitiría al reo regresar a España en sólo un par de años.
En el día de ayer, y como vinimos informando en LA RAZÓN, el acusado pasó sus peores momentos respondiendo a las preguntas de la fiscalía que, según las filtraciones, parece haber hecho bien su trabajo. Fueron varias las incongruencias donde fue cazado Sancho, entre ellas cuando le preguntaron si Edwin Arrieta le había realizado varias transferencias bancarias desde Colombia, a lo que él contestó que no. Luego, le mostraron los comprobantes y reconoció el hecho. También comentó que no sabía nada del hotel Panviman cuando se sabe que pernoctó allí varias veces.
Sea como fuere, las vistas han llegado a su fin y ya sólo nos queda saber la sentencia que caerá sobre el hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo.