Joven en Oklahoma sufrió insólito accidente con su crucifijo mientras cargaba el teléfono en la cama

Joven en Oklahoma sufrió insólito accidente con su crucifijo mientras cargaba el teléfono en la cama

El adolescente de 16 años, Rayce Ogdahl, sufre un extraño accidente y casi muere electrocutado. Tomada de internet / VANGUARDIA

 

El adolescente Rayce Ogdahl, de 16 años, tiene suerte de estar vivo después de que su crucifijo lo electrocutara al entrar en contacto con una regleta eléctrica caliente, dejándole todo el cuello cubierto de cicatrices. El insólito accidente ocurrió en el estado norteamericano de Oklahoma.

Por Vanguardia

“Dijo que todo esto sucedió en cuestión de segundos y visiblemente vio chispas saliendo de su cuello”, comentó la aliviada madre del menor, Danielle Davis, de 38 años, sobre el extraño accidente ocurrido el pasado 30 de abril.

El crucifijo habría rosado una clavija expuesta de un enchufe, lo que terminó por electrocutar al menor, lo que derivó en graves quemaduras en el cuello de Rayce. “Me dijo que le dolía todo el cuerpo y que pensó que se iba a morir”, indicó Davis.

Rayce, quien había estado durmiendo en su casa en la ciudad de Yukon durante “alrededor de una hora” empezó a gritar, lo que despertó a la familia.

Rayce Ogdahl, un adolescente de 16 años estaba acostado boca abajo en su cama jugando en su consola, trató de conectar algo cuando su crucifijo hizo contacto con un enchufe de una regleta y se electrocutó. Tomada de X / VANGUARDIA

 

Al principio, la mujer pensó que Rayce estaba molesto con los videojuegos, pero la madre de seis hijos se dio cuenta de que ese no era el caso después de escuchar a su hijo llamarla presa del pánico.

“Se puede ver el patrón del collar en su cuello… ha dejado una huella significativa”, dijo la madre del joven.

“Lo escuché gritar ‘mamá’ y mi hijo estaba parado en el pasillo”, describió Davis. “Él dijo: ‘Me han electrocutado. Era mi collar’”, anotó la mujer quien observó una serie de profundas marcas de quemaduras alrededor de su cuello.

La angustiada madre comentó que el olor era “espantoso”. “Toda la casa olía a pelo y piel quemados y a quemaduras eléctricas”, recordó Davis, quien posteriormente llamó a una ambulancia.

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