Conocidos ahora como los “Amantes de Valdaro”, los restos de dos jóvenes acurrucados, del período Neolítico y descubiertos en Italia, causaron fascinación en la comunidad científica, que tardó años en revelar sus misterios
En 2007, una excavación arqueológica cerca de Mantua, Italia, realizó un descubrimiento conmovedor y monumental: los restos de un hombre y una mujer del Neolítico, conocidos ahora como los “Amantes de Valdaro”, abrazados desde hace más de 5.000 años. Dirigida por la arqueóloga Elena Maria Menotti, esta excavación reveló no solo la antigüedad del entierro, sino también una escena de intimidad excepcional entre dos jóvenes, que se estima no superaban los 20 años y medían aproximadamente 1,57 metros de altura.
Por Infobae
Los Amantes de Valdaro fueron encontrados en una pose única, cara a cara y con los brazos entrelazados, sugiriendo una relación especial. Esta configuración tan particular captó la atención global, convirtiéndolos en símbolos del amor eterno. La decisión de extraer y conservar los restos en bloque, sin separarlos, subrayó la importancia de mantener la integridad de este hallazgo.
Este bloque de tierra fue transportado a los Musei Civici en la ciudad italiana, Como. Allí se dedicaron a realizar análisis más exhaustivos, entre ellos, pruebas de ADN, escaneo láser 3D y radiografías, con el fin de obtener información más profunda sobre quiénes eran estos individuos, su relación y las circunstancias de su muerte.
El lugar del descubrimiento, Valdaro, aunque no muestra evidencias claras de asentamientos neolíticos significativos, se ubica en una región geográficamente estratégica. Estaba cerca de pequeñas vías fluviales y del Río Po, lo que habría facilitado actividades como la caza, la pesca y la agricultura, además de ofrecer acceso a importantes rutas comerciales y conexiones con comunidades cercanas.
Los esfuerzos para determinar la naturaleza de la relación entre estos dos individuos y las causas exactas de su muerte son en sí mismos desafíos. Las circunstancias detrás de su posición de abrazo eterno generan múltiples interpretaciones, entre ellas, la posibilidad que sugiere que fueron dispuestos de esa manera después de la muerte, quizás como parte de rituales funerarios específicos o como un último gesto de unión. Sin embargo, y más allá de las conclusiones científicas que se puedan alcanzar, lo cierto es que los “Amantes de Valdaro” han trascendido como un poderoso símbolo de unión y amor eterno.
Al lado del esqueleto masculino se encontró una punta de lanza cerca de su cuello, mientras que junto al esqueleto femenino había una punta de cuchillo en uno de sus muslos y otras puntas de arma cerca de su pelvis. Estos hallazgos iniciales llevaron a especulaciones sobre la posibilidad de que las muertes hubieran sido causadas por violencia. Sin embargo, análisis más detallados indicaron que no había señales de muerte violenta, como lo demuestra la ausencia de fracturas en los esqueletos.
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