Paquirri y “Buenasuerte”, 45 años de un encuentro histórico

Paquirri y “Buenasuerte”, 45 años de un encuentro histórico

EL TORERO FRANCISCO RIVERA ” PAQUIRRI “RP©RADIALPRESS

 

La tarde del 24 de mayo, durante la Feria de San Isidro de 1979, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid se convirtió en una fecha emblemática en la historia del toreo gracias a la magistral faena de Francisco Rivera “Paquirri” al toro “Buenasuerte”.Paquirri, un torero sevillano que ya gozaba de gran renombre, enfrentó a un toro de la ganadería de Atanasio Fernández, recordado por su bravura y nobleza, en una corrida que dejó una huella indeleble en la afición taurina y en la que el llorado torero alternó con El Viti y Palomo Linares.

Por larazon.es





Desde el inicio de la lidia, “Buenasuerte” mostró un comportamiento encastado y exigente, cualidades que Paquirri supo entender y dominar con maestría. Con el capote, el torero realizó unas verónicas templadas, llevando al toro con suavidad y rematando cada lance con una media verónica de gran elegancia. La plaza empezó a vibrar con la entrega y el arte del diestro, presagiando una faena memorable.

En el tercio de banderillas, Paquirrimostró toda su habilidad y valentía, colocando los pares con precisión y adornándose con quites que levantaron los olés del público. Llegó el momento de la faena de muleta, donde el verdadero genio del torero se desplegó en su máxima expresión. Con una muleta firme y un toreo en redondo, Paquirri ligó series de derechazos y naturales con un temple y una profundidad que calaron hondo en los aficionados. Los naturales fueron especialmente destacados, largos y lentos, llevando al toro embebido en la muleta.

La conexión entre el torero y el toro fue total, cada pase fue ejecutado con una pureza y una estética que transformaron el ruedo en un escenario de arte sublime. La faena alcanzó su cénit con una serie de manoletinas ajustadas y un pase de pecho que cerró la obra de manera rotunda. Con el estoque, Paquirri demostró una vez más su categoría, logrando una estocada en lo alto que hizo rodar al toro sin puntilla.

 

El público, enardecido, pidió con insistencia las dos orejas, que le fueron concedidas, y Paquirri dio la vuelta al ruedo entre una lluvia de claveles y el clamor de la multitud. La faena a “Buenasuerte” no solo consagró a Paquirri como uno de los grandes maestros del toreo, sino que también se convirtió en un referente de lo que significa torear con verdad, valentía y arte.

La importancia de esta faena en el mundo del toreo radica en su perfección técnica y su hondura emocional. Paquirri demostró que el toreo es una combinación de valor, técnica y sensibilidad artística, elevando la lidia a la categoría de arte. La tarde del 24 de mayo de 1979 en Las Ventas sigue siendo recordada como un ejemplo de la grandeza y la pasión que el toreo puede alcanzar, consolidando el legado de Paquirri como uno de los toreros más importantes de la historia.