A la fecha son más de 120 horas sin que haya suministro de agua potable en varios sectores de la capital del estado Mérida.
Por Jesús Quintero / Corresponsalía lapatilla.com
Miles familias se encuentran afectadas ante las fallas en el servicio, lo que dificulta realizar todas las actividades del hogar que requieren del mismo.
A la fecha, la hidrológica regional no ha hecho ningún pronunciamiento sobre la verdadera situación que obliga a la suspensión del servicio.
Sin embargo, se ha observado la movilización de cisternas hacia algunas comunidades para abastecer de agua potable mientras dura la contingencia, pero no es suficiente.
Mientras tanto, locales que expenden comidas han tenido que optar por contratar servicios de cisternas para poder continuar laborando en medio la ausencia del agua por tubería, pagando 40 dólares por 4.000 litros de agua.
En zonas del centro de la ciudad, el “pan diario de cada día” es pasar muchas horas sin servicio de agua, como consecuencia de la baja presión en la distribución que impide el abastecimiento continuo. La alta demanda debido a la sobrepoblación y los sistemas obsoletos que son insuficientes, sumado a los continuos cortes eléctricos que afectan el funcionamiento de los sistemas de hidroneumáticos, crean un caos en la ciudad.