El diseñador venezolano Alejandro Crocker fue el seleccionado por el Bogotá Fashion Week para cerrar los desfiles de la séptima edición del evento este viernes, y presentó una propuesta de sostenibilidad basada en la remanufactura de prendas.
El año pasado, en las pasarelas de Colombiamoda en Medellín, fue el primero en mostrar prendas 100 % ‘upcycled’, es decir, confeccionadas completamente con telas reutilizadas, y celebró que la semana de la moda colombiana haya sido pionera en “escuchar el grito del planeta” y apostar por el lujo con consciencia social y medioambiental.
En una entrevista con EFE, Crocker recalcó que percibir la moda como algo social forma parte de “los cambios que necesitamos todos como sociedad”: “Yo siempre he visto la moda como una fábrica de sueños y esta es la punta del iceberg”.
Además, se mostró muy emocionado de que en el año que él concluyó el evento, se incluyesen a diseñadores con carácter social como los jóvenes del barrio de San Victorino, que por primera vez vieron sus piezas desfilar en una pasarela.
Desmontar el código impuesto
El año pasado, en las pasarelas de Colombiamoda, Crocker fue pionero en Latinoamérica al presentar una colección 100 % remanufacturada para la que no había comprado “ni un centímetro de tela”.
Ahora trajo el concepto a la semana de la moda de la capital con la colección ‘Ficción de un traje. Género Artificial’, una oda al ‘upcycling’ de trajes del diseñador colombiano Carlos Nieto que ya están “fuera de serie”.
La propuesta fue un viaje en el tiempo que arrancó en el año 1860 con George Sand, pseudónimo de Amantine Aurore Lucile Dupin de Dudevant, cuando la escritora se vistió de hombre para engañar a la sociedad y poder escribir y tener una voz.
También hizo “una parada” en Harlem (Estados Unidos), donde, con el traje azul, “los negros y los latinos levantaron la voz por sus derechos”.
Dentro y fuera del repaso histórico, las prendas siguieron un patrón social, pues según Crocker, otra de las paradas fue el Cabaret de los años 30 “cuando los hombres se vestían de travesti” y parte de las modelos que desfilaron fueron personas trans.
De ahí la razón por la que la colección fue bautizada como ‘género artificial’, explica Crocker, quien pretende “poner a pensar a las personas en el poder que tiene el vestuario” apostando por el género neutro “donde las mujeres van a tirar un poquito hacia lo masculino y los hombres hacia lo femenino”.
“Juntos podemos”
El venezolano trabaja con un grupo de mujeres migrantes venezolanas de la organización sin ánimo de lucro Juntos Se Puede, que impulsa la integración e inserción socio-productiva de migrantes y refugiados.
Además, las prendas del desfile fueron acompañadas de sus respectivos accesorios, que en el caso de los bolsos fueron creados por personas privadas de la libertad de la cárcel de Picaleña de Ibagué, capital del departamento de Tolima (centro).
Es por eso que el diseñador afirmó que “juntos podemos ser unos pioneros de hacer una moda un poco más responsable” y que es un movimiento que pide un impulso extra porque “cada día el planeta tierra nos grita más”.
El desfile de Alejandro Crocker del BFW fue el que concluyó las pasarelas de este año y adelantó a EFE que será el que inaugure los desfiles de Colombiamoda 2024, que se celebrará en Medellín del 23 al 25 de julio. EFE