Ya sean cortes de 10 minutos o apagones de más de cinco horas, así se ha convertido el día a día de los residentes de la ciudad de Maturín capital del estado Monagas. La falta de planificación e información por parte de Corpoelec ha empeorado la situación de los ciudadanos.
Por: Corresponsalía lapatilla.com
Los continuos cortes de electricidad parecen ser el principal problema que enfrentan los maturineses en cuanto a servicios públicos se refiere. A pesar de que la compañía estatal anuncia regularmente “cortes programados” en distintos sectores, los usuarios denuncian que no se cumple el horario establecido.
“La semana pasada habían informado de un corte programado de cuatro horas, es decir, de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, pero se extendió casi hasta las dos de la tarde. Eso sin contar los cortes que se producen a cualquier hora del día y uno tiene que andar en el corre corre desenchufando los aparatos para evitar que se quemen”, manifestó Gisela Albornoz, habitante del sector Los Cocos.
La ciudadana agregó que aunque Corpoelec no es eficiente en prestar un buen servicio, sí lo es para enviar facturas por correo que superan los mil bolívares desde que inventaron el llamado plan “Borrón y cuenta nueva”.
En el centro de la ciudad donde hay gran cantidad de negocios, los comerciantes denuncian que estos apagones generan importantes pérdidas. Aunque cuenten con puntos de venta inalámbricos, las conexiones fallan impidiendo completar las transacciones.
“Cuando se va la luz, obligatoriamente hay que cerrar el local porque de eso depende el negocio. Obviamente son cuatro o cinco horas que se deja de percibir ingresos porque cómo sacas una copia o imprimes algo, una planta eléctrica cuesta un dineral y encima conseguir el gasoil es otro problema”, indicó la encargada de un centro de copiado que prefirió no identificarse por temor a represalias.
Los maturineses cuestionan que este importante servicio funcione bien solo cuando hay la visita de algún dirigente nacional del chavismo o cuando juega la Vinotinto, mientras que el resto de los días son una fiesta de apagones.