La participación, la clave en el resultado de las elecciones europeas

La participación, la clave en el resultado de las elecciones europeas

 

La participación electoral es un dato subestimado en las elecciones europeas. En 2019, más de la mitad de los votantes acudieron a las urnas por primera vez en 25 años, rompiendo la tendencia de disminución de la participación en todas las elecciones hasta el mínimo histórico del 42,61% en 2014.





Por La Razón

La participación es muy importante esta vez por tres razones: la primera es que la baja participación suele perjudicar a los partidos de izquierda e ideológicamente moderados . Como resultado, la derecha radical populista podría ganar más escaños, especialmente porque los votantes tienden a castigar a los partidos en el poder en las elecciones europeas .

La segunda razón es la legitimidad democrática. Cuando menos de una cuarta parte de los votantes se molestan en participar –como ocurrió en Eslovaquia en 2019–, la pretensión del Parlamento Europeo de ser la voz del pueblo está en peligro. En 2014, sólo ocho países lograron que más del 50% de sus votantes acudieran a las urnas.

La tercera razón es que los jóvenes tienden a seguir votando si establecen el hábito tempranamente. En 2019, las mayores diferencias de participación se dieron entre los menores de 25 años (+14 puntos porcentuales) y entre los de 25 a 39 años (+12 puntos porcentuales). Esta vez, los jóvenes de 16 y 17 años podrán votar por primera vez en cinco países que han reducido la edad para votar con la esperanza de aumentar la participación (Austria, Bélgica, Alemania, Grecia y Malta).

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