Hay poco en qué confiar en las elecciones venezolanas, razón por la cual la votación del 28 de julio se ha vuelto interesante. Nicolás Maduro ha tenido un firme control de la presidencia del país desde 2013, cuando sucedió a su fallecido mentor y predecesor, Hugo Chávez. Últimamente, Maduro ha purgado su círculo íntimo, de alguna manera logró estabilizar una economía venezolana inestable y ahora parece dispuesto a arriesgarse con una votación abierta.
Por Bloomberg
Contra todo pronóstico, un candidato creíble de la oposición, Edmundo González Urrutia, permanece en la carrera. Hasta ahora, Maduro está dejando postularse a González, lo que podría ser su intento de mostrarle a la comunidad internacional que ha dado un paso hacia elecciones más justas.
Pero lo que hace que esta elección sea aún más convincente es la principal figura de la oposición venezolana, María Corina Machado. A pesar de haber sido excluido de las urnas, Machado ha seguido haciendo campaña en todo el país, organizando manifestaciones espontáneas que se prolongan hasta la noche; Las linternas de los teléfonos móviles de los seguidores se han convertido en un poderoso símbolo de la oposición. El respaldo de Machado podría seguir ayudando a González, quien actualmente tiene una ventaja de 20 puntos porcentuales sobre Maduro en las encuestas.
¿Cómo se han desarrollado las elecciones antes?
En contiendas anteriores, como las presidenciales de 2018, la oposición optó por boicotear la votación. Los resultados fueron desastrosos para la oposición, desencantaron a los votantes y contribuyeron a una baja participación; Maduro obtuvo casi el 68% de los votos.
La clara manipulación en nombre de Maduro antes de la carrera llevó a la comunidad internacional a cuestionar la legitimidad de la votación, lo que eventualmente llevó a que docenas de países reconocieran al entonces líder de la oposición y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como líder del país en lugar de a Maduro. Esa estrategia finalmente fracasó, dejando a muchos venezolanos que residen en el extranjero en una zona diplomática gris que sigue sin resolverse.
Entonces, ¿qué tiene de diferente esta elección?
El movimiento de oposición de Venezuela ha soportado dos décadas de persecución y acoso, junto con muchas luchas internas, estrategias fallidas y líderes exiliados. Sin embargo, esta vez la oposición ve una oportunidad única para el cambio político, con un liderazgo opositor unificado y una creciente desaprobación de la gestión de Maduro. La oposición también obtuvo una victoria notable en 2022, cuando venció al partido de Maduro en una carrera para gobernador en el lugar de nacimiento de Chávez.
Pero el miedo a las cosas raras persiste. Si bien Maduro ha dicho que firmaría un acuerdo con otros candidatos presidenciales para reconocer los resultados de la carrera, fuentes con conocimiento del asunto también dicen que su administración está considerando descalificar a González o bloquear la coalición de oposición. También existe la posibilidad de que Maduro suspenda las elecciones o altere los resultados. El Ministerio de Información de Venezuela dijo que la idea de que Maduro tenía planes de hacer trampa era una especulación infundada.
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