José Aranguibel Carrasco: ¿En la mira?

José Aranguibel Carrasco: ¿En la mira?

Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien
Nelson Mandela

No soy ni me gusta parecerme a esos que califican de ser pájaro de mal agüero que el léxico popular venezolano atribuye o define a algo, suceso, acontecimiento o evento que va a ocurrir en cualquier momento que puede afectar para bien o mal nuestras vidas. Por supuesto que a nadie le gusta ese calificativo, pero coincido con algunas otras voces que tienen indicios de que la tarjeta de la unidad, la de la manito, el TSJ la tiene en la mira y va a invalidarla, afectando la candidatura de Edmundo González Urrutia y con ello la posibilidad de sacar al chavismo de Miraflores.

No quiero ni imaginarme ese hipotético escenario que ayudaría sólo y únicamente al oficialismo rojo rojito, porque, debido a la desinformación, silencio y a la poca visión estratégica de algunos líderes opositores, este es un tema que no ha tenido la debida atención en momentos que nos estamos jugando la propia vida. Algunos en la Plataforma Unitaria Democrática, PUD, que deberían despejar algunas dudas prefieren permanecer en modo sordos, ciegos y mudos.





¿Por qué? la vocería de las organizaciones políticas en la Plataforma Unitaria Democrática, PUD, integrada, entre otros, por AD, Causa R, Convergencia, Encuentro Ciudadano, Copei, Primero Justicia o Voluntad Popular no ha dicho nada. ¿Les está prohibido pronunciar palabra?. ¿Han evaluado el daño que corre la eliminación de la tarjeta de la manito?. ¿Por qué María Corina Machado o Edmundo González Urrutia también callan?.

No hay que ser un erudito, sabio o “docto” ni poseer experiencias extrasensoriales para instuir, presentir, entrever y sospechar que una decisión del TSJ contra la tarjeta de la unidad la podemos tener a la vuelta de la esquina. En el pasado la Sala Electoral del TSJ ha dado demostraciones muy elocuentes cuando alguna de sus decisiones en esta materia han estado del lado del oficialismo.

Que no ocurra, es menos impredecible creen analistas, vista la oportunidad que tendría el jefe de Miraflores en su intención reeleccionista de seis años más en el poder, porque la eliminación de la tarjeta de la manito, sacando cuentas, les proporcionaría disminuir la amplia brecha de la ventaja que los estudios de opinión pública le atribuyen a la opción del opositor Edmundo González Urrutia. Es pocas palabras de suceder serán miles los votos que podrían ser declarados nulos.

Saber cuando será la jugada del TSJ, elimando la tarjeta, no se sabe si será en los próximos días o cerca del 28 de julio, pero lo cierto es que asegurándolo, como decía el colega de la radio, Fander Serrada (+), esa decisión “es un tiro al piso”. Lo grave es que eso nos coloca en un dilema delicado a pocos días de las elecciones cuando es sabido que esa tarjeta es la que mayor difusión ha tenido dando a conocer a Edmundo González Urrutia y enseñando a la gente a votar.

No hay que olvidar que la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, fue formalizada como organización política en el año 2012 en todo el país. Dos años antes habían sido iniciados los trámites de su legalización, siendo aprobada por el CNE su denominación provisional en octubre de 2010. Sería en abril de 2012 cuando una vez cumplidos los trámites definidos en la “Ley”, la MUD nació en doce estados venezolanos antes de su creación como otro partido político nacional. Seguidamente en junio de 2012 el CNE oficializó la conversión de la MUD a partido político nacional.

Más adelante en el año 2016, favorecida por obtener en 2015 más del 1 por ciento nacional en las elecciones de la Asamblea Nacional, la tarjeta de la unidad democrática, —la más votada en la historia de Venezuela—, no estaba obligada a ser renovada conforme a “Ley” en su número de afiliados. La pela, paliza, triunfo, victoria y conquista contundente obtenida por la oposición democrática ante la AN, significó obtener 112 de 167 diputados en esa elección del 6 de diciembre de 2015.

Lo que vino después deberá ser escrito en las páginas de la historia, cuando el Gobierno alentó, promovió y fomentó la división entre factores opositores y desconoció la voluntad de la mayoría salida de las urnas, invocando y refugiándose en subterfugios “legales” que eliminó, por ejemplo, a los diputados por el estado Amazonas. Después en 2018, año de elecciones presidenciales, la oposición erró en su estrategia al no participar.

Su desactivación llevó a la disolución de la MUD que sería reemplazada luego por el Frente Amplio Venezuela Libre el 24 de octubre de 2018. La actual coalición, alianza o agrupación de la lucha opositora que lleva por nombre Plataforma Unitaria Democrática, PUD, nació el 21 de abril de 2021, siendo rehabilitada por el CNE de nuevo como partido político de carácter nacional en junio de 2021.

No obstante, está por saberse la decisión del TSJ en su Sala Electoral ante la acción incoada por Luis Ratti, conocido por su cercanía con el chavismo, consignada en marzo pasado ante el máximo tribunal del país, pidiendo un “recurso de nulidad” contra la tarjeta de la manito, porque según él “no es un partido político” sino una coalición de agrupaciones políticas. Ratti afirma que en 2016 la Sala Constitucional del TSJ tomó una decisión que desea sea repetida, aludiendo la medida asumida por existir, según su criterio, doble militancia en organizaciones políticas que fue avalado en 2018.

A todas estas, quien escribe, también estoy seguro que muchísimos venezolanos, nos preguntamos ¿por qué el silencio de la mayoría de actores de la PUD? ¿por qué el misterio de no promocionar las otras dos tarjetas de UNT y MPV?. ¿por qué la gran electora María Corina Machado no llama a votar por ambas tarjetas?. Un airecito, digamos, nos llega cuando vemos a UNT y a MPV promocionando, a motus propio, las tres tarjetas del tarjetón electoral. También hacen lo propio voluntariados con Edmundo González Urrutia regados en el resto del país.

No quiero pensar, creer, elucubrar, especular o suponer que la animadversión, antes y después de las Primarias o durante la inscripción de la candidatura presidencial ante el CNE, tenga su razón contra toda sospecha que busque favorecer el liderazgo del fundador de UNT, Manuel Rosales Guerrero, al que algunos “dirigentes” atormentados por el odio, envidia y el resentimiento buscan disminuirlo de la escena política.

Si esa “verdad macabra” guarda alguna afinidad con la posibilidad que la tarjeta de la manito termine por ser invalidada, –sin tenerse un Plan B–, no será nada inteligente, sino más bien una actitud irresponsable, imprudente, insensata e irreflexiva que debilita y afecta la candidatura de Edmundo González Urrutia a escasos 40 días del 28 de julio. Después, las excusas o lavarse las manos como el romano Poncio Pilato, no tendrán ningún valor, justificación o sentido.

¡Amanecerá y Veremos!.

José Aranguibel Carrasco
CNP-5.003