El gobierno mexicano, a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) llamó este martes a “extremar precauciones” a sus ciudadanos a la vez que activó más de 6.000 refugios temporales ante la llegada del ciclón Alberto, cuya llegada se espera impacte en las próximas horas la costa oriental del país.
A mediodía del miércoles la tormenta tropical se encontraba a 240 kilómetros (km) de Veracruz y a 290 km de Tamaulipas y registraba vientos de hasta 85 km por hora.
Según reporta el SMN se espera que la tormenta aumente su velocidad a medida que se acerque a las costas y que ingresará a tierra en la noche de este miércoles en localidades limítrofes de ambos estados en la costa este de México.
En el comunicado se detalla la localización de los refugios disponibles para que la población se proteja de los posibles efectos adversos de ‘Alberto’, en doce estados del país: Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
Las autoridades subrayaron la importancia de acudir a estos lugares habilitados por las autoridades o “buscar albergue con familiares o amigos” en caso de vivir en una zona de riesgo.
Las presas sobre las que se mantiene especial vigilancia son La Amistad y Venustiano Carranza, en Coahuila; La Boca, El Cuchillo, Cerro Prieto y La Libertad, en Nuevo León; Falcón y Vicente Guerrero, en Tamaulipas, así como Paso de Piedras, en Veracruz.
En cuanto a caudales, se mantiene vigilancia en toda la zona, pero de forma específica en los ríos Bravo, en Coahuila y Tamaulipas; San Juan y San Fernando- Soto La Marina, en Nuevo León; Pilón, Purificación, Arroyo Grande, Soto La Marina y Guayalejo, en Tamaulipas, así como Tempoal, Moctezuma, Pánuco, Cazones, Bobos y Kilate, en el norte de Veracruz.
Las autoridades mexicanas pronosticaron en mayo hasta 41 ciclones con nombre en el océano Atlántico y el Pacífico, de los que al menos cinco impactarían al país.
La temporada de ciclones comienza el 15 de mayo en el Pacífico, que tendría hasta 10 % más fenómenos que el promedio anual, y el 1 de junio en el Atlántico, con hasta 50 % más tormentas. EFE