A 30 años del último gol de Maradona con la selección argentina: un grito desaforado y el consejo del árbitro

A 30 años del último gol de Maradona con la selección argentina: un grito desaforado y el consejo del árbitro

 

Era la tarde de un martes nublado y la selección argentina hacía su estreno en la Copa del Mundo de Estados Unidos. El termómetro marcaba 24 grados en Massachusetts y unas gotas de lluvia caían sobre el estadio Foxboro, que vibraba con el regreso de Diego Maradona a una cita mundialista. El Diez comandaba un equipo plagado de figuras que se imponía frente a Grecia con dos goles de Gabriel Batistuta y buscaba liquidar el resultado. Hasta que, a los 15 minutos del complemento, se produjo una magistral jugada que quedó grabada para la eternidad: Fernando Redondo recibió un pase de Abel Balbo y, en una combinación exquisita, a puro toque de primera, trianguló con Claudio Caniggia y con el capitán del combinado nacional, quien culminó la gran maniobra colectiva con un potente zurdazo que se clavó en el ángulo del arco griego.





Por Infobae

Aquel gol fue el último que Maradona convirtió con la celeste y blanca. Fue el corolario de un capítulo de resurrección en su vida futbolística. Fue una pincelada antes de que su carrera comenzara a apagarse poco a poco. Fue hace exactamente 30 años, el 21 de junio de 1994.

La genialidad de su zurda quedó en la memoria de los futboleros tanto como su celebración. Con la mirada llena de fuego, tras colocar el balón al fondo de la red, Diego corrió hacia una cámara de TV gritando con una mezcla de furia y éxtasis. Era el grito de un hombre eufórico, rozagante, sediento de revancha. Su desaforado festejo, con los ojos eyectados y los puños apretados, se convirtió en una imagen icónica de la magia maradoniana en los Mundiales.

Maradona explicó aquel desahogo en el libro México 86. Mi Mundial. Mi verdad. Así ganamos la Copa. “Yo llegué al Mundial limpio como nunca, como nunca… Porque sabía que era la última oportunidad de decirles a mis hijas: ‘Soy un jugador de fútbol, y si ustedes no me vieron, me van a ver acá’. Por eso, por eso y no por otra cosa, no por alguna gilada que se dijo por ahí, grité el gol contra Grecia como lo grité. ¡No necesitaba droga para tomarme revancha y para gritarle al mundo mi felicidad!”, contó.

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