Un estudio reciente publicado en la revista ‘Psychiatry Research’ reveló que las personas que se acuestan regularmente después de la 1 de la madrugada tienen más probabilidades de sufrir trastornos de salud mental como depresión y ansiedad en comparación con quienes se acuestan antes.
Por ABC
El estudio, que comparó el cronotipo, el horario preferido para dormir, con el comportamiento de sueño real de casi 74.000 adultos del Reino Unido, encontró que los noctámbulos alineados con su cronotipo tenían entre un 20% y un 40% más de probabilidades de recibir un diagnóstico de trastorno de salud mental en comparación con los que tenían un horario de sueño más temprano.
El coautor del estudio, Jamie Zeitzer, profesor del departamento de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad de Stanford, se mostró sorprendido por los resultados. «No eran en absoluto lo que esperábamos», comentó a ‘Fox News’, a lo que añadió: «Pasamos más de un año tratando de refutar nuestros hallazgos, pero no pudimos encontrar una explicación alternativa». Zeitzer sugiere que el aislamiento asociado al comportamiento nocturno podría ser un factor y recomienda a los noctámbulos intentar adoptar una rutina más temprana para ajustar sus patrones de sueño. «Biológicamente hablando, es muy parecido a una banda elástica: te tomas un día libre y regresas a donde tu cuerpo quiere estar», explicó.
Las limitaciones del estudio
Sin embargo, el estudio tiene algunas limitaciones, según la Doctora Indira Gurubhagavatula, profesora de medicina en la división de Medicina del Sueño de la Universidad de Pensilvania. En declaraciones al medio estadounidense ‘Huffpost’, señaló que los participantes del Biobanco del Reino Unido eran mayoritariamente caucásicos de mediana edad o mayores, y que la determinación del cronotipo se basó en una sola pregunta, aunque validada. «Normalmente la forma en que evaluamos el carácter matutino o vespertino es con un cuestionario mucho más exhaustivo que tiene preguntas mucho más detalladas», confesó. Además, los investigadores dependieron de datos de diagnósticos de salud mental recopilados por médicos, que pueden ser inexactos o incompletos, concluyó Gurubhagavatula.
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