Hasta pasadas las 10 de la mañana -hora Caracas- no se sabía si Iván Márquez, jefe de la Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc, estaría en el inicio del diálogo entre ese grupo y el Gobierno de Colombia. Ambas delegaciones llegaron en vehículos a Pdvsa La Estancia, un centro cultural en la capital venezolana, pero nadie afirmaba o negaba la presencia de Márquez.
Por: El Tiempo
Por ser día de fiesta nacional – celebración de los 203 años de la batalla de Carabobo- todos los espacios del Pdvsa La Estancia, que por lo general suelen gozar del ruido propio de sus visitantes, se encontraban en un silencio sepulcral solo interrumpido por la lluvia.
Sin embargo, no pasaría una hora para que el misterio terminara: el comandante de la Segunda Marquetalia estaba a la cabeza de la mesa de diálogo instalada en Venezuela, y aunque notablemente recuperado del atentado que sufrió hace casi dos años, las secuelas son visibles.
Más delgado que de costumbre, con un ojo afectado, el pulgar de su mano izquierda mutilado y una prótesis de la mano derecha, Márquez reapareció tal como las cicatrices en su rostro y cuello muy bien custodiado por las autoridades venezolanas.
El canciller Yván Gil lo saludó con entusiasmo, para luego escucharlo decir: “Colombia y Venezuela deben ser una sola (…) Señores y señoras: en nombre de la Segunda Marquetalia reciban nuestro saludo con el más profundo anhelo de paz”, leyó Márquez, en un texto dentro de su computadora la cual estaba identificada con una calcomanía de Jesús Santrich.
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