La organización criminal italiana ‘Ndrangheta, una de las mafias más poderosas y violentas del mundo, ha extendido su influencia a varios países de América Latina, incluyendo Ecuador. Esta organización, originaria de Calabria, Italia, es conocida el tráfico de drogas, especialmente de cocaína.
Por Infobae
Ecuador, ubicado en la costa oeste de América del Sur, se ha convertido en un punto estratégico para el tránsito de cocaína hacia Europa y Norteamérica. La situación geográfica del país y su proximidad a Colombia, uno de los mayores productores de cocaína del mundo, lo hacen un lugar clave para las operaciones de tráfico de drogas. Según una investigación de Insight Crime, la ‘Ndrangheta ha aprovechado estas condiciones para establecer sus operaciones en Ecuador y otros países suramericanos, facilitando el transporte de cocaína desde la región andina hacia Europa.
El puerto marítimo más grande de Ecuador está en Guayaquil, la ciudad costera donde los militares han salido nuevamente a las calles para apoyar a la Policía a enfrentar los crecientes índices de violencia. Es justamente en esa ciudad donde las mafias del narcotráfico se ingenian para enviar toneladas de cocaína hacia Europa y Estados Unidos. Los miembros del crimen organizado contaminan los contenedores que saldrán desde el puerto que se ha convertido en el “principal hub logístico para la cocaína que va a Europa y al resto del mundo“, según un informe de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos de Estados Unidos.
La operación de la ‘Ndrangheta en Ecuador ha sido evidenciada por varios incidentes y decomisos de grandes cargamentos de cocaína en puertos ecuatorianos. El puerto de Guayaquil ha sido uno de los principales puntos de entrada y salida para estos cargamentos. El fiscal italiano Giovanni Bombardieri confirmó que la droga que arriba a su país parte de Ecuador.
Además de los puertos, la mafia calabresa ha utilizado otras rutas y métodos para mover la cocaína a través de Ecuador. Según las investigaciones, han establecido vínculos con grupos locales de narcotráfico y han desarrollado una red de colaboradores que facilitan la logística necesaria para estas operaciones. La corrupción en las instituciones locales, como la policía y las aduanas, también ha jugado un papel crucial en permitir la continuidad de estas actividades delictivas.
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