La NASA escogió a SpaceX, propiedad de Elon Musk, para derribar la Estación Espacial Internacional al final de su vida útil.
Por BBC Mundo
La empresa con sede en California construirá un vehículo capaz de empujar la plataforma que orbita nuestro planeta y que pesa 430 toneladas hacia el océano Pacífico a principios de la próxima década.
El contrato, por valor de US$843 millones, se anunció este miércoles.
Los primeros elementos de la Estación Espacial Internacional se lanzaron al espacio en 1998, y las operaciones con tripulación comenzaron en el 2000.
La estación gira alrededor de la Tierra cada 90 minutos a una altitud un poco mayor a los 400 km y en ella se han realizado miles de experimentos científicos, en los que se han investigado todo tipo de fenómenos, desde el proceso de envejecimiento de los seres humanos hasta la fórmula para nuevos tipos de materiales.
Los ingenieros afirman que la estructura del laboratorio sigue siendo bastante sólida, pero que es necesario establecer planes para su eventual eliminación. Sin ninguna intervención, la plataforma acabaría cayendo a la Tierra por sí sola, lo que supondría un riesgo considerable para la población del planeta.
“Escoger un vehículo de desórbita para la Estación Espacial Internacional ayudará a la NASA y a sus socios internacionales a garantizar una transición segura y responsable en la órbita terrestre baja al final de las operaciones de la estación”, declaró en un comunicado Ken Bowersox, director de operaciones espaciales de la organización.
Estados Unidos y Rusia lideran la EEI. Europa, Canadá y Japón desempeñan funciones de apoyo. Los países occidentales acordaron financiar la estación hasta 2030; Rusia afirma que su participación se prolongará al menos hasta 2028.
Para seguir leyendo, clic AQUÍ.