Más de seis meses pasaron desde que se registró la explosión de una residencia en el sector Fe y Esperanza de Puerto La Cruz, como consecuencia de una supuesta fuga de gas directo no detectada a tiempo.
Corresponsalía lapatilla.com
El suceso, que dejó saldo de cinco fallecidos, entre ellos dos menores de edad, dejó a varias familias con daños en sus viviendas y a otras directamente sin hogar. Algunas fueron reubicadas en casas compradas por la alcaldía chavista de la localidad, mientras que a otros les prometieron una reconstrucción que todavía no ha llegado.
La principal afectada fue Nancy Bolívar. Su casa, ubicada junto a la residencia del siniestro, quedó en muy mal estado y por eso las autoridades ordenaron demoler todo para levantar una nueva estructura. No obstante, sigue esperando que empiecen esos trabajos.
Otra de las perjudicadas fue Carmen Salgado, cuya vivienda está al lado de los escombros que quedan de lo que era el hogar de su vecina Nancy. Ella quedó prácticamente sin techo, pero con los retazos que quedaron cubrieron lo que es la sala y un cuarto, aunque sacrificaron otros dos.
“Para medio tener algo optamos por usar las láminas que se podían rescatar, pero dos habitaciones permanecen sin techo. Cuando llueve, cae agua más adentro que afuera, pero no tenemos más opción por ahora”, comentó Salgado.
La mujer también indicó que las cinco familias reubicadas eran inquilinos de la residencia, mientras que a los propietarios de las casas afectadas por el estallido (cuatro) los tienen “en una mamadera de gallo”.
“Cuando ven que nos empezamos a mover y hacer bulla es que se preocupan por venir. A principios de esta semana nos dijeron que ya los materiales estaban aprobados para la construcción, pero no terminan de empezar”, señaló.
Luis Belisario, hijo de Salgado, también criticó la desidia gubernamental en este caso. Reconoció que la atención médica que les brindaron los primeros días fue buena, pero lamentó que nunca se preocuparon por su salud mental. “Muchos todavía soñamos con el momento de la explosión”, aseguró.
El muchacho mostró su inconformidad con que, supuestamente, los trabajos de reconstrucción sean por etapas.
“Primero van con dos casas que perdieron paredes, luego a reconstruir la casa de la señora Nancy y de últimos nosotros. Seguramente vamos a pasar el año en las mismas condiciones que estamos ahora y eso es lo que no queremos”, finalizó.
