Los polémicos detalles detrás de la visita de Maduro a La Guaira

Los polémicos detalles detrás de la visita de Maduro a La Guaira

Los detalles detrás de la visita de Maduro a La Guaira

 

 

 





En un despliegue digno de una producción hollywoodense, La Guaira se convirtió en el escenario de la concentración chavista para dar “apoyo” a la campaña de Nicolás Maduro.

Corresponsalía lapatilla.com

Desde el lunes 8 de julio, la policía de La Guaira cerró el acceso a la calle Los Baños en pleno centro de Maiquetía. El motivo: “arreglar todo” para la visita de Nicolás Maduro a la entidad.

Este martes 9 de julio, el gobernador chavista José Alejandro Terán, en un gesto que se podría calificar como apoteósico, pidió “un máximo esfuerzo” al chavismo para que acompañaran la movilización de la campaña de Maduro.

Por su parte, desde tempranas horas de la mañana del martes, la policía estadal bloqueó todos los accesos al centro de Maiquetía, incluyendo la entrada a El Rincón, que también fue tomada por los efectivos policiales.

En Maiquetía se ubicaron varias tarimas y cornetas que harían parte de la visita del líder del chavismo

La movilización tiene como punto de inicio el Centro Histórico de La Guaira y como punto de llegada la calle Los Baños. Estaba convocada a las 4:00 de la tarde, pero pasada esa hora, la movilización no había comenzado.

A tempranas horas de la mañana, un reporte indicó que en la parroquia Catia La Mar, 22 autobuses estaban listos para movilizar a los adeptos del chavismo desde varios sectores hasta Maiquetía.

El fuerte despliegue policial en la zona no pasó desapercibido.

La presencia de uniformados fue tan abrumadora que se podría pensar que se trataba de la visita de una dignidad extranjera en lugar de una simple concentración política. Pero, como siempre, la revolución no escatima en gastos ni en esfuerzos para mostrar su “fuerza y su capacidad de organización”.

Lo que resultó especialmente interesante fue la diligencia con la que se “arregló todo” para la visita presidencial.

Los accesos cerrados y las calles bloqueadas, en lugar de parecer una simple precaución logística, se asemejaba más a una medida para generar caos y dar la impresión de que era una multitudinaria manifestación de apoyo a Maduro.

Después de todo, en una revolución donde todo está perfectamente controlado, cualquier detalle puede ser crucial.

La jornada promete ser un reflejo de la situación actual en Venezuela: un país donde el poder se muestra y se despliega con una precisión casi militar, donde las movilizaciones políticas del chavismo son cuidadosamente orquestadas y donde la presencia policial es una constante que recuerda a todos quién tiene el control.

La visita de Maduro a La Guaira, más que parte de su campaña electoral, es parte de un espectáculo de poder, un recordatorio de la capacidad del chavismo para movilizar a su antojo a los empleados públicos y aquellos que reciben las dádivas del régimen.

Esta concentración promete ser un despliegue de “eficiencia” revolucionaria “digno” de observar… aunque no por las razones correctas.