El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el martes que estaría dispuesto a reconsiderar su candidatura a la reelección en caso de ser necesario por indicación médica y el miércoles dio positivo por covid. Quizá no sea una señal del “Señor Todopoderoso” —el que podría convencerle de tirar la toalla, según dijo—, pero lo cierto es que los líderes demócratas han aumentado la presión sobre el presidente para que se plantee ceder el testigo. Tras ello, según los medios estadounidenses, Biden se ha mostrado más receptivo a pensárselo de nuevo y ha empezado a preguntar si su vicepresidenta, Kamala Harris, tendría posibilidades de derrotar al candidato republicano, Donald Trump. Aun así, las mismas fuentes señalan que por ahora el presidente no ha cambiado su idea de pelear por la reelección.
Por El País
El atentado del pasado sábado contra Trump dio un ligero respiro temporal a Biden, que parecía dispuesto a aferrarse a la candidatura, ganada en buena lid en las primarias demócratas, pero puesta en cuestión tras su desastroso debate presidencial del pasado 27 de junio en Atlanta. Por unos días, dejó de ser el foco informativo, al tiempo que retomaba impulso y reemprendía la campaña. Pero la tregua ha durado poco.
Las alarmas saltaron al conocerse que el aparato del Partido Demócrata seguía dispuesto a aprobar una nominación telemática anticipada del candidato por la vía rápida, una decisión que tomó en mayo por un problema de plazos de inscripción en Ohio, que vencían el 7 de agosto. Una nueva ley estatal amplía el plazo de registro de los candidatos, pero como todavía no está en vigor, los demócratas no se fían y no quieren esperar a la convención demócrata, prevista del 19 al 22 de agosto.
El calendario de la votación telemática podía permitir tener designado formalmente al candidato la semana próxima, pero los congresistas se han rebelado contra esas prisas. El Comité Nacional Demócrata ha accedido a frenar el proceso al menos hasta principios de agosto, aunque su intención es aún que la nominación sea efectiva antes del día 7 de ese mes.
Entre quienes han presionado a favor de esa ampliación del plazo están los líderes demócratas del Senado, Chuck Schumer, y de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries. Ambos se han reunido por separado con Biden y, según ha trascendido, le han trasladado el riesgo de sufrir derrotas en ambas Cámaras y las dificultades de que Biden derrote a Trump. En particular, según ABC News, Schumer defendió enérgicamente que lo mejor sería que Biden se retirara de la carrera el sábado por la tarde en una reunión en la casa de Biden en Rehoboth Beach (Delaware) y Jeffries le expresó una opinión similar. Un portavoz de Schumer calificó de “especulación vana” esa información, indicando que solo el presidente y el líder del Senado saben lo que se dijo en esa conversación.
Cuando Biden apeló al Señor Todopoderoso en una entrevista con ABC News, fue para rechazar un escenario que parece materializarse. El entrevistador, George Stephanopoulos, le preguntó si se retiraría en caso de que se lo pidieran los líderes demócratas del Congreso, a lo que Biden replicó que no lo iban a hacer. “¿Está seguro?”, le insistió Stephanopoulos. “Bueno, sí, estoy seguro. Mire. Si el Señor Todopoderoso bajara y dijera: ‘Joe, sal de la carrera’, yo saldría de la carrera. El Señor Todopoderoso no va a bajar. Quiero decir, estas hipótesis…”, contestó Biden.
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