La Libertad que Nos Espera: Un Nuevo Amanecer para Venezuela, por José Ignacio Gerbasi

La Libertad que Nos Espera: Un Nuevo Amanecer para Venezuela, por José Ignacio Gerbasi

El 28 de julio marca un hito en la historia de Venezuela, un día que promete ser el inicio de una nueva era de libertad, paz y unión. En este momento crucial, cada esfuerzo individual de los venezolanos es fundamental para dejar atrás la dictadura y abrazar un futuro democrático.

Las encuestas y el sentir de la calle nos llenan de esperanza. No se trata solo de quién gane, sino de que la opción democrática, la opción de la paz y la unión, superará con creces a la opción de la barbarie. Este es el momento en que cada venezolano debe alzar su voz y su voto por un país mejor.

Las encuestas y más aún lo que se ve en las calles reflejan un deseo colectivo de transformación. Cada conversación en la calle, cada susurro de esperanza, nos recuerda que los venezolanos anhelan un futuro donde la democracia sea la norma y no la excepción.





El sentimiento de cambio en Venezuela es tan grande y palpable que la discusión ya no gira en torno a quién ganará las elecciones. Con solo unos días para las elecciones, la tendencia es clara e irreversible: la fórmula de Edmundo González y María Corina Machado se perfila como la ganadora indiscutible. La verdadera pregunta que nos hacemos ahora es si duplicarán o triplicarán al candidato a Nicolás Maduro.

El clamor por un cambio es ensordecedor. En cada rincón del país, desde las grandes ciudades hasta los pueblos más pequeños, los venezolanos están unidos por un deseo común: dejar atrás la dictadura y abrazar un futuro democrático.

Este momento histórico no es solo una victoria electoral, es una reafirmación del poder de la democracia. Es la demostración de que, cuando un pueblo se une por un objetivo común, no hay fuerza que pueda detenerlo. La fórmula de Edmundo González y María Corina Machado representa no solo una opción política, sino la esperanza de un futuro mejor, de paz y unión.

Este sentimiento compartido es un testimonio del poder de la esperanza, que nos une y nos impulsa hacia adelante.
Es el compromiso de cada ciudadano con los valores democráticos cuidando cada voto en paz y unión son los pilares para sentar las bases sobre las cuales construiremos una nueva Venezuela.

Es un llamado a todos los venezolanos a alzar su voz, su voto y cuidarlos como un tesoro, no solo por un candidato, sino por un país mejor.

Este es el momento en que cada venezolano debe tomar acción. La esperanza no es pasiva; es un motor que nos impulsa a participar activamente en el proceso democrático. Al alzar nuestra voz y nuestro voto, estamos afirmando nuestro compromiso con un futuro de paz y unión. Estamos diciendo no a la barbarie y sí a la democracia.

La libertad no es solo un derecho, es una responsabilidad compartida. Cada uno de nosotros tiene un papel crucial en este proceso. Desde el más joven hasta el más anciano, todos somos piezas clave en este gran rompecabezas que es la construcción de una Venezuela libre y democrática.

La democracia no es solo un sistema de gobierno, es una forma de vida. Es la garantía de que cada voz será escuchada, de que cada voto contará. Es la promesa de un futuro donde la paz y la unión prevalezcan sobre la división y el conflicto.

El 28 de julio no es solo una fecha en el calendario, es el amanecer de un nuevo día para Venezuela. Un día en el que la esperanza se convierte en realidad, en el que la libertad deja de ser un sueño y se convierte en nuestra nueva realidad.

Para terminar, les dejo algo que escribió Gómez Bolaños, refiriéndose al Chapulín colorado “Hijo, recuerda que un héroe no es aquel que tiene superpoderes, sino aquel que, sabiendo que es débil, torpe y vulnerable, se atreve a darlo todo por los demás. Por esa razón, tu verdadero superpoder se encuentra dentro de tu corazón.”

María Corina Machado encarna este heroísmo de una manera inspiradora. No necesita superpoderes para ser una heroína; su valentía, su determinación y su amor incondicional por Venezuela la convierten en un faro de esperanza para todos nosotros. A pesar de los desafíos y peligros, ella ha demostrado una y otra vez que su fuerza proviene de su corazón y de su inquebrantable compromiso con la libertad y la democracia.

María Corina nos enseña que el verdadero poder no reside en habilidades extraordinarias, sino en la capacidad de enfrentar la adversidad con coraje y dedicación. Su lucha es un recordatorio de que cada uno de nosotros tiene un héroe dentro, listo para emerger cuando más se necesita. Su ejemplo nos motiva a seguir adelante, a no rendirnos y a luchar por un futuro mejor para nuestra querida Venezuela, vamos a acompañarla hasta el final.

Venezolanos, este es nuestro momento construir. Este es el momento de demostrar al mundo que somos un pueblo valiente, un pueblo que no se rinde, un pueblo que lucha por su libertad. Juntos, podemos construir un futuro mejor, un futuro de paz, unión y democracia. ¡Vamos por más…! y Hasta el Final.