Nuevo estudio revela que la superficie de Mercurio oculta más de 14 kilómetros de diamantes

Nuevo estudio revela que la superficie de Mercurio oculta más de 14 kilómetros de diamantes

Un reciente análisis sugiere que Mercurio guarda capas de diamantes a cientos de kilómetros de profundidad, arrojando luz sobre su composición y peculiar campo magnético (Foto: Pixabay)

 

 

 

 

Los misterios de Mercurio continúan desafiando a los científicos. Un reciente estudio sugiere que el planeta puede tener una gruesa capa de diamantes a varios cientos de kilómetros bajo su superficie. Estos intrigantes hallazgos podrían arrojar luz sobre la composición y el campo magnético peculiar del planeta.

Juan Manuel Godoy 

Mercurio ha intrigado a los científicos por varias razones, incluida la presencia de un campo magnético, aunque más débil que el de la Tierra. Este fenómeno es inesperado dado el pequeño tamaño del planeta y su aparente inactividad geológica. Además, presenta áreas oscuras en su superficie que la misión Messenger de la NASA identificó como grafito, una forma de carbono.

Este último hallazgo despertó la curiosidad de Yanhao Lin, científico del Centro Avanzado de Investigación en Ciencia y Tecnología a Alta Presión en Pekín y coautor del estudio. Lin mencionó en una declaración a Nature Communications: “El contenido extremadamente alto de carbono en Mercurio ‘me hizo darme cuenta de que probablemente ocurrió algo especial en su interior’”.

De acuerdo con los investigadores, Mercurio probablemente se formó de manera similar a otros planetas terrestres, a partir del enfriamiento de un océano de magma caliente, rico en carbono y silicatos. En este proceso, primero se coagularon metales que formaron un núcleo central, mientras que el magma restante cristalizó en un manto medio y una corteza externa.

Durante años, los investigadores asumieron que la temperatura y presión en el manto de Mercurio eran suficientes para que el carbono formara grafito, que al ser más ligero flotaba hacia la superficie. Sin embargo, un estudio de 2019 sugirió que el manto de Mercurio es 80 kilómetros (50 millas) más profundo de lo que se pensaba, incrementando de manera significativa la presión y temperatura en la frontera entre el núcleo y el manto, condiciones propicias para la cristalización del carbono en diamantes.

Para verificar esta hipótesis, un equipo de investigadores belgas y chinos, incluido Lin, recreó mezclas químicas con hierro, sílice y carbono, similares a ciertos tipos de meteoritos que se cree imitan el océano de magma del joven Mercurio. “La superficie de Mercurio también es rica en azufre”, explicó Lin, lo que llevó a los investigadores a añadir sulfuro de hierro a las mezclas.

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