Durante años y, también durante esta campaña presidencial, los sucesivos gobiernos de Venezuela y el Consejo Nacional Electoral (CNE) se jactaron de tener un sistema impecable. “El mejor sistema electoral del mundo”, le dicen.
Por BBC
“Puedo decir con total fe y garantías que el sistema electoral de Venezuela está plenamente protegido y es uno de los mejores sistemas de votación automatizada del planeta”, dijo a la BBC el Fiscal General del Estado, Tarek William Saab.
La oposición también cree en este sistema de voto, rápido y seguro. En cambio, su desconfianza siempre radicó en quienes manejan el sistema y en lo que ocurre antes y después de la votación.
El CNE anunció este domingo el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales que contaron, según esta fuente, con una participación del 59%.
El presidente de la institución, Elvis Amoroso, dijo que con el 80% de las mesas escrutadas y con una tendencia “contundente e irreversible”, Maduro ganó con 5.150.092 votos, un 51,20%. El líder opositor, Edmundo González, logró 4.445.978 votos, un 44,2%.
La oposición denunció enseguida irregularidades.
María Corina Machado dijo que según las actas de las que dispone, González logró el 70% de los votos y que la oposición ganó en todos los territorios.
“Se han violado todas las normas. Nuestra lucha continúa”, apuntó González.
Estos eran unos comicios considerados cruciales para la oposición ya que varias encuestas le atribuían una amplia ventaja sobre el chavismo, que lleva 25 años en el poder. En los casos más conservadores, la brecha era de 12 puntos para González sobre Maduro. En otros, superaba los 25 puntos.
¿Cómo es posible que en un sistema, como dicen, tan seguro, pueda haber, según denuncia la oposición, fraude o irregularidades?
El quid de la cuestión es qué pasa antes y después de la votación.
Las máquinas y el voto
El voto en Venezuela es, desde el año 2004, un proceso automatizado.
Las máquinas han cambiado con el tiempo pero, a día de hoy, son similares a una computadora personal.
La empresa a cargo era Smartmatic. Pero tras las elecciones a la Asamblea Constituyente de Venezuela de 2017, Smartmatic aseguró que “hubo manipulación del dato de participación” de al menos un millón de electores y dijo que “una auditoría permitiría conocer la cantidad exacta de participación”.
Tras eso, dejaron de trabajar con el gobierno venezolano.
Desde 2017, ExClé, una transnacional de origen argentino es quien trabaja con el ente electoral en el suministro de estas máquinas.
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