Marcos Pérez Jiménez (1957) y Nicolas Maduro (2024), echaron mano de la misma estrategia para continuar en el poder: ser los únicos candidatos en la elección. Pérez Jiménez lo consiguió mediante la convocatoria a un Plebiscito, violando la Constitución de 1953 que exigía una elección, y Maduro, con la pretensión de competir solo contra una pléyade de candidatos de la seudo oposición, comprados y sin chance, manteniendo a María Corina inhabilitada. A ambos les salió “el tiro por la culata”.
El general Marcos Pérez Jiménez “ganó” el Plebiscito Electoral del 15 de diciembre de 1957 con el 86,7 % de la votación y un total de 2.738.972 votos, según el Consejo Supremo Electoral. El 1 de enero de 1958, a primera hora de la mañana se produjo un alzamiento militar liderado por el Coronel Hugo Trejo, donde los aviones Havillnad (Vampiro) sobrevolaron el Palacio de Miraflores con acciones insurreccionales simultáneas en Caracas y Maracay. El alzamiento fue sofocado. El 9 de enero, un nuevo alzamiento en la Guaira por parte la Marina y contando con 5 buques destructores, acción que se neutralizo mediante la negociación por parte del general Rómulo Fernández. La crisis provocó cambios en el gabinete, así como la salida del Ministro de Interior, Laureano Vallenilla Lanz y el Jefe de la Seguridad Nacional, el temido Pedro Estrada. El 27 de Marzo se produjo la primera protesta popular seguido de nuevos brotes insurreccionales en las fuerzas armadas. La Junta Patriótica, liderada por AD, convocó a la huelga general para el 21, el 22 en la Academia Militar hubo una reunión de altos militares y le piden la renuncia a Pérez Jiménez, quien en la madrugada del 23 de enero, abandona el país, en el svion presidencial llamado “la vaca sagrada” dirigiéndose hacia la República Dominicana donde es acogido por el dictador Leónidas Trujillo (Chapita).
Nicolas Maduro a finales del 2023, terminando el interinato de Juan Guaidó, se encontró con la oposición desmotivada, dividida, sin liderazgo, y consideró oportuna la ocasión para reanudar negociaciones con los Estados Unidos para la vuelta democracia, calculando que con el control del Consejo Nacional Electoral, la autoridad electoral y luna oposición en desbandada, podía, convincentemente alterar los resultados y salir victorioso.
Como lo inesperado es el signo vital de la política y la vida, le salieron mal los cálculos. María Corina Machado, con muchos años de trabajo y un conocimiento profundo del sistema electoral, logró ganar abrumadoramente las primarias de la oposición; luego en campaña, recorriendo el país, inhabilitada, obtuvo un éxito sin precedentes; termino por posiciona a su candidato designado Edmundo González Urrutia, quien gana las elecciones presidenciales por una aplastante mayoría. El resto, sucedido hasta hoy, lo conoce el lector.
Al igual que con Pérez Jiménez, luego del fraude electoral se sucedieron un sin número de acontecimientos, lo mismo pasará ahora. El futuro es inescrutable, pero su dirección cierta.
Gerardo Lucas. Economista-Historiador/ gerardolucas.wordpress.com