Contra viento y marea, Nicolás Maduro se aferra al poder, pese a las crecientes presiones dentro y fuera de Venezuela para reconocer la victoria electoral de Edmundo González en las presidenciales del 28 de julio. Según fuentes venezolanas, Maduro estaría intentado librar a unos 38 o 40 altos cargos del régimen, para quienes se habría planteado, durante unas negociaciones previas a las elecciones, la eliminación de las sanciones individuales impuestas por EE.UU. contra ellos.
Por Ludmila Vinogradoff / abc.es
Para Maduro, ahora se trata de resistir al menos hasta el 10 de enero de 2025, fecha marcada por la Constitución de Venezuela para la toma de poder presidencial. Hasta entonces, la lucha será encarnizada entre el diplomático Edmundo González y Nicolás Maduro, que insiste en aferrarse en el poder. Nunca antes la frase «hasta el final», que popularizó María Corina Machado, líder opositora inhabilitada que llevó a la victoria la candidatura de González, había sido utilizada por el propio Maduro y su segundo, Diosdado Cabello.
Durante las semanas previas a las elecciones, y mientras los sondeos señalaban la victoria de Edmundo González, tuvieron lugar unas conversaciones exploratorias entre el Gobierno de EE.UU. y el régimen bolivariano, en las que se pusieron sobre la mesa una amnistía y la eliminación de las sanciones individuales a jerarcas de la dictadura. Según ‘The Wall Street Journal’, el Gobierno estadounidense estaría ofreciendo indultos a Maduro y a miembros de la cúpula chavista, señalados por el Departamento de Justicia de EE.UU. -hay una recompensa de 15 millones de dólares por el líder chavista, a quien se acusa de narcotráfico-, con el compromiso de no perseguirlos ni extraditarlos.
Una de las personas consultadas por el diario estadounidense señalaba, además, que la Administración de Biden habría puesto «todo sobre la mesa» para persuadir a Maduro a dejar el poder antes de que acabe su mandato, el próximo mes de enero, cuando debería asumir la presidencia Edmundo González, quien, según las actas recopiladas por la oposición y avaladas por el Centro Carter, habría ganado las elecciones con más de siete millones de votos. Sin embargo, un alto funcionario de EE.UU., que ha pedido permanecer en el anonimato, ha matizado que «no hemos presentado ninguna oferta de amnistía a Maduro ni a sus socios desde las elecciones (28 de julio). Estamos evaluando una variedad de opciones para incentivar y presionar a Maduro a aceptar los resultados de las elecciones y seguiremos en esa dirección».
El plan de María Corina
María Corina Machado ofreció hace una semana un plan de cuatro puntos, que incluye «garantías, salvoconductos e incentivos para las partes involucradas -en referencia al líder chavista-», aunque aclaró que las conversaciones no han comenzado todavía.
Maduro ha rechazado todas las propuestas, tanto de EE.UU. como las de la oposición, y ha decidido tomar el camino de la represión para mantenerse en el poder. «No le vamos a entregar las riquezas de esta patria al imperialismo, no le vamos a entregar a esta oligarquía fascista el poder político en este país», dijo durante una reunión del Consejo de Defensa de la Nación, en la que habló de la crisis desatada tras los comicios, con protestas y operativos policiales que se han saldado, según fuentes estatales, con 24 muertos y más de 2.400 detenidos.
Maduro, los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello, los mandamases de la dictadura, insisten en que no pueden presentar pruebas de los resultados electorales por un presunto ‘hackeo’; quieren que se eliminen todas las sanciones y repetir las elecciones presidenciales. María Corina Machado se niega.