Luis Manuel Aguana: Venezuela, la trampa de lo obvio

Luis Manuel Aguana: Venezuela, la trampa de lo obvio

Deseo relatarles una pequeña anécdota personal. Hace muchos años asistí a un taller de supervivencia en el marco de un programa gerencial de alto nivel que realicé. Hicimos un ejercicio muy interesante que me dejo una enseñanza que deseo compartirles hoy. Reunieron a todo el grupo en un galpón para dormir en camas de campaña. Nos despertaron a las 3 de la mañana y nos dividieron en grupos de 5. A todos los grupos nos señalaron una fogata que se veía a lo lejos en el medio de la más negra oscuridad en el tope de una montaña y nos dijeron que nos encontráramos allí en menos de una hora.

La mayoría de los grupos eligieron la vía corta: una línea recta entre el sitio donde nos encontrábamos y la fogata que se veía a muchos kilómetros en la montaña. Nadie se sentó a pensar, solo salieron corriendo hacia la montaña sin siquiera tener una linterna. Hubo un grupo que cayó por un barranco antes de llegar al lugar señalado, gracias a Dios, sin víctimas fatales que lamentar, pero con una persona herida al caer. Nadie pensó como habían prendido una fogata tan lejos y avisarnos en tan corto tiempo y menos aún pedirnos vernos luego allá en menos de una hora, en un sitio que estaría a no menos de 10 kilómetros de distancia. Era ilógico creer que se podría llegar en línea recta: ¡tenía que haber un camino!

Y efectivamente sí lo había. Nos costó unos 30 minutos encontrarlo y bordear la montaña, y otros 30 para llegar corriendo al sitio siguiendo la senda. El camino era una pica escondida para rústicos que los organizadores usaron para prender la fogata. La ruta al principio parecía ir en la dirección contraria, cosa que originó discusiones en el grupo acerca de si era o no una opción. Al final todos acordamos seguirla porque el tiempo nos alcanzaba. De esa experiencia aprendí que para llegar hay primero que estudiar las opciones y eso toma tiempo. Pero una vez que lo haces y tomas una decisión, ya sabes que hacer, y lo emprendes hasta que consigues tener éxito. Sin embargo, así no lo pensó la mayoría de los grupos del ejercicio. Gracias a Dios, en mi grupo nos encontrábamos  gente con una mínima capacidad de razonamiento que nos preguntamos primero de que se trataba el problema y acordar entre todos una solución para resolverlo.





Pues eso mismo nos está pasando ahora. Venezuela se encuentra en la más completa oscuridad. Y en esa oscuridad vemos una luz a lo lejos y nos dicen que debemos llegar a ella para alcanzar la libertad. Queremos llegar allí desesperadamente y, en la gran mayoría de los casos, no nos detenemos a razonar que aunque pareciera que la línea recta a esa luz es el camino obvio para alcanzarla, la experiencia de 25 años debiera dictarnos que no lo es, y que se requiere sentarse a pensar cuál es la mejor ruta con serenidad, aunque eso nos tome tiempo y la desesperación nos consuma. En la medida que la pensemos mejor, tardaremos menos tiempo en llegar.

Otra vez se nos ha planteado un problema similar que pareciera tener una solución obvia: que las FFAA intervengan y resuelvan el problema. Pero, como veremos, el terreno donde se decidirá esta situación está en un contexto más amplio que el de Venezuela y sus FFAA, aunque desde aquí también tengamos un papel que cumplir. Y pensamos lo obvio porque las FFAA debieron hacer respetar la decisión de la Soberanía Popular el 28J, no solo porque era su obligación constitucional sino porque estuvieron presentes en el proceso electoral y saben muy bien cuál fue el resultado en todos los centros electorales, y se abstuvieron de hacerlo. Pero, ¿por qué paso eso? Debemos llegar más al fondo entonces y examinar con mayor precisión lo que ocurre. Para empezar, que las FFAA no hayan tomado la decisión en el momento que pensamos obvio no significa que no la tomen después. Solo significa que algo más grande que ellos está presente, metiéndole ruido a lo que suponemos obvio. Veamos:

En una entrevista realizada por American Thought Leaders en español, a Joseph Humire, Director Ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura (Center for a Secure Free Society) de la Fundación Heritage, publicada el 12 de agosto (ver Análisis exhaustivo de las elecciones venezolanas y las fuerzas ocultas: Perspectiva de Joseph Humire, en https://es.theepochtimes.com/videos/analisis-exhaustivo-de-las-elecciones-venezolanas-y-las-fuerzas-ocultas-perspectiva-de-joseph-humire-1301530.html), el experto en geopolítica indica que el sostenimiento en el poder del régimen venezolano no solo depende de las FFAA, como pareciera ser el convencimiento general:

“Entre 2002 y 2004, Chávez usó los ingresos petroleros de Venezuela para financiar candidatos socialistas en Bolivia, Nicaragua, Argentina y Brasil, impulsando lo que se conoce como la marea rosa o la ola socialista en América Latina. Durante este periodo, Hugo Chávez financió campañas políticas y ayudó a colocar en el poder a Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua, Cristina Kirchner en Argentina y el primer mandato de Lula da Silva en Brasil. Este esfuerzo, conocido como petro diplomacia, utilizó los petro dólares de Venezuela para apoyar a estos candidatos. Chávez también creó la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América. Alba, que llegó a abarcar unos 13 países, aunque hoy en día se ha reducido a unos 9 o 10, incluyendo a los más autoritarios como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y anteriormente Ecuador. A través de esta red, Chávez promovió una visión geopolítica que alejaba a América Latina de Estados Unidos y acercaba a la región a China, Rusia e Irán. Venezuela se convirtió en el país más endeudado con China, solicitando préstamos por 60 mil millones de dólares, lo que permitió a China apoyar a Chávez y al régimen de Maduro. Rusia vio una oportunidad para vender su armamento, convirtiéndose en el mayor proveedor de armas de Venezuela, con más de 12 mil millones de dólares en equipos militares. Por su parte, Irán, aunque no suministró armas o dinero directamente, proporcionó la red y el conocimiento necesario. Su embajada en Venezuela se fortaleció, y estos tres actores comenzaron a utilizar a Venezuela como una plataforma para desafiar a Estados Unidos desde América Latina” (Entrevista J. Humire, min 21:11) (resaltado nuestro).

“…Entre 2007 y 2008, Chávez reestructuró Venezuela, dividiendo el país en ocho regiones en lugar de provincias y municipios, designó a sus militares para que dirigieran cada una de estas regiones. Las regiones, llamadas Zonas Integradas de Defensa Regional, cada región está impulsada por una economía ilícita específica. En el oeste puede ser el contrabando de petróleo, en el este la minería ilegal o el contrabando, en el norte del narcotráfico, y en el sur también el narcotráfico. Este esquema ha creado una intrincada red de crimen organizado transnacional, que está profundamente integrada con el Estado venezolano. Esta red no respeta fronteras y se extiende más allá de Venezuela, abarcando Colombia, Brasil, Panamá y sus territorios circundantes. La complejidad de Venezuela es tal que incluso si se logra una transformación política, la red criminal seguiría existiendo. Por lo tanto, si Maduro renuncia o es removido, eso sería un primer paso positivo, pero no suficiente por si solo para resolver la crisis. El problema subyacente es la red criminal que sigue operando y no se puede abordar completamente sin una intervención externa. El nivel de interés de Rusia, China e Irán, en mantener esa estructura de poder en Venezuela es demasiado grande para que el pueblo venezolano lo resuelva por sí mismo (Entrevista J. Humire, min 23:33) (resaltado nuestro).

Aquí el término “intervención externa” no necesariamente implica tropas de invasión armada, sino movimientos específicos de nuestra para solicitar ayuda exterior porque el problema va más allá de nuestras capacidades, incluso de NUESTROS VOTOS. Y en esto juega un papel fundamental los EEUU quien tendrá, quiéralo o no, que renovar su política hacia Latinoamérica en virtud de este problema que ha escalado proporciones nunca antes vistas: “Por lo tanto, Venezuela es un problema hemisférico que requerirá una respuesta a nivel regional. Estados Unidos necesita desarrollar una estrategia regional robusta, quizás una versión renovada de la Doctrina Monroe para enfrentar adecuadamente este desafío (Entrevista J. Humire, min 26:31) (resaltado nuestro).

En este sentido, EEUU puede y debe negociar directamente -a sus propias expensas- y ahora mismo, con estos 3 actores, Rusia, Irán y China, el costo de que saquen sus manos de nuestro país, por haber olvidado durante muchos años, no solo la Doctrina de Monroe, sino por haber ignorado que los venezolanos en libertad y democracia somos la mejor garantía de su propia seguridad hemisférica. Es por esto que será mucho más efectiva una ruta para recuperar nuestro país, que pase primero por un cambio forzado en la actitud de esos actores hacia Venezuela, con la ayuda de los EEUU, que seguir rogándoles a los militares venezolanos que cumplan con su deber constitucional, ya que resuelto lo primero, lo segundo sale como consecuencia, obteniendo de obsequio colateral la solución de la abierta invasión cubana porque los militares venezolanos se harían cargo de eso como les corresponde.

Les recomiendo ver completa la entrevista de Humire, que incluye otros aspectos muy relevantes de la actual situación geopolítica y postelectoral venezolana. Simplemente quise resaltar un aspecto extremadamente importante, que da una muestra de como el simple ejemplo inicial de llegar a una fogata en línea recta en la total oscuridad, sin pensar el problema, es un completo suicidio, cayendo en la trampa de lo obvio. Mientras tanto el tiempo corre para todos. Más vale que lo aprovechen…

Caracas, 16 de Agosto de 2024

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