Volodymyro Zelenski ha sorprendido al mundo entero al lanzar una acción que parece inspirada en aquella célebre arenga de Danton en la Asamblea Francesa en 1792, cuando, ante la inminencia del asalto a París por las tropas austriacas, apoyadas por contrarrevolucionarios franceses, llamó a echar mano de todos los recursos imaginables, con su famosa invocación: “Audacia, más audacia, siempre audacia”
Y audacia es el nombre que más se ajusta a la atrevida decisión de invadir al invasor, ocurrida el 6 de este mes, cuando tropas ucranianas ocuparon unos mil kilómetros cuadrados de territorio enemigo sobre la provincia rusa de Kursk. 150 mil rusos han sido desplazados de su hábitat y miles de soldados son prisioneros de las fuerzas ucranianas.
¿Cuál es el propósito de esta arriesgada jugada que ha pillado por sorpresa al mundo, a Estados Unidos y en especial a Vladimir Putin? El tiempo dirá si es acertada.
Una intención posible sería el intercambio de prisioneros con Rusia, que tiene en su poder a miles de civiles como rehenes. Otra, que sustraería fuerzas del ataque ruso a la provincia ucraniana de Donetsk, pero esto no ha ocurrido, por el contrario, están cada vez más cerca de capturar la estratégica ciudad de Pokrovsk, la cual está siendo evacuada por sus angustiados pobladores.
Cabe también preguntarse si la intención sería la de contar con el territorio ocupado (que hace 100 años era de Ucrania) como pieza de cambio valiosa para una eventual paz negociada con Rusia. Esta última opción no es totalmente descartable, una “paz justa” ha subrayado Zelenski. Luego de 30 meses intensos de cruenta guerra sin pausa, en la que sin duda han hecho mella las vacilaciones y demoras del apoyo militar de países de la OTAN, es humanamente comprensible que para los ucranianos luzca ominosa la perspectiva de una prolongación indefinida de esta sangrienta y desigual guerra…