Para el exministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, la estabilidad política y social de un país es la primera condición del éxito de una política económica que apueste por el crecimiento con baja inflación y la inclusión social.
Corresponsalía lapatilla.com
Destacó el experto en materia económica que en la actualidad no es el caso de Venezuela, debido a la actual coyuntura.
Para el también profesor de la Universidad del Zulia (LUZ), la actuación de los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) al negarse a mostrar las actas de las elecciones presidenciales, ha profundizado la crisis de legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro, y con ello está “deteriorando las expectativas del entorno macroeconómico”, dijo.
¿Cree usted que la tendencia negativa de los principales indicadores económicos seguirá en el último cuatrimestre de este año?
En este contexto de incertidumbre política y económica es de suponerse que los principales indicadores económicos y sociales deberían tender a un comportamiento negativo en el cuatrimestre, si no es resuelta consensuada y democráticamente la crisis política que sacude al país.
La inversión y el consumo que son dos categorías económicas esenciales para garantizar el crecimiento sostenido, y seguirán en niveles muy insuficientes. La crisis política es hoy su principal muro que imposibilita su recuperación.
¿Cree usted que al agravarse el aislamiento internacional se aleja el financiamiento e inversión extranjera del país?
Debe adicionarse que la crisis política electoral está conduciendo a un aislamiento mayor de Venezuela de la comunidad internacional y de su sistema financiero, que aleja cualquier mínima posibilidad de adelantar con éxito un proceso de refinanciamiento y reestructuración de la deuda externa de la República y de Pdvsa, y por tanto de mejorar el ya astronómico número de riesgo país.
Se desprende, como consecuencia inevitable, que es inviable cualquier recuperación de la inversión privada extranjera, la de los grandes consorcios de capital, como la financiada por los bancos privados y los multilaterales.
¿Cuál es su apreciación sobre la producción de la industria nacional en este momento?
En particular, si el sector industrial de Venezuela estaba trabajando, a julio de este año, con capacidad no utilizada de 70 %, impactada por la caída del consumo nacional, la falta de financiamiento, la competencia de productos importados y la precariedad de los servicios públicos, entre otros, es de esperarse un menor ritmo en su desenvolvimiento para el próximo cuatrimestre.
¿Cuál es su opinión ante la emisión de los dos nuevos billetes de 200 y 500 bolívares por parte del BCV?
Son mera actualización inflacionaria con impacto nulo en la economía. La inflación que vive la economía venezolana hacen obligante la actualización del cono monetario aprobado por el BCV en el año 2021. La realidad es implacable: los billetes de 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares perdieron su poder adquisitivo real, apenas si son utilizados para dar propinas.
La familia de billetes de 2021 tuvo vigencia de apenas tres años, es un fracaso monetario. De manera que al tener billetes de muy bajo valor de compra, se requiere emitir otros de mayor denominación. Esos son los dos nuevos billetes de 200 y 500 bolívares, que busca aliviar las transacciones más elementales, pero ambos no tendrán ningún impacto en la economía. Las dos nuevas piezas de billetes que introduce el BCV demuestran el impacto inflacionario de estos últimos años.
¿Confirma la tesis de que Venezuela es un caso único en baja disponibilidad de efectivo?
El BCV está en incapacidad de colocar al público la disponibilidad de efectivo (billetes y monedas) a su nivel histórico de 14 % con relación a la liquidez monetaria, apenas llega al 4 %. Somos un caso único en el continente con tan poca disponibilidad de billetes.