El movimiento económico en el estado Apure se mantiene lento, ante la poca afluencia de clientes a los comercios. La mayoría de los compradores suman esfuerzos para la adquisición de alimentos, ante la crisis económica que vive el país. El sector de vestidos es uno de los más afectados, pues las ventas han bajado más de 60 %.
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Las amas de casa y comerciantes formales e informales están preocupados, otros deprimidos, por la situación de Venezuela. “Hacen arte y magia para poder medio cocinar todos los días y cubrir todos los gastos del hogar. Somos un pueblo deprimido económica y psicológicamente”, apuntó el economista Efraín Yadala.
En la actualidad, gracias a la migración venezolana, alrededor de un 33% de la población se mantiene con las remesas familiares provenientes de distintas partes del mundo, por lo general de Colombia, Estados Unidos, Canadá y España.
El aumento de la producción y productividad son las soluciones al problema económico del país. “Si tenemos un buen parque industrial productivo y transformador de materia prima, productor de bienes y servicios acordes con las normas en el país, tendríamos una economía envidiable como la tuvimos 30 años atrás. Actualmente, Venezuela no es un país idóneo para invertir”, declaró.
A juicio del economista con 30 años de servicio y asesor de 14 empresas en la región llanera, la economía venezolana está paralizada, porque actualmente se registra un estancamiento económico. Los negocios y empresas transformadoras solo pueden mantener los inventarios y escasamente saldar los gastos de operaciones, sin rentabilidad económica, como en otros tiempos donde la rentabilidad se ubicaba entre un 15% al 20%.
Falta de financiamiento bancario
“Hay una entelequia total, los negocios están trabajando solo para mantener el inventario. Hoy en día en Venezuela no existen negocios prósperos, robustos, con alta rentabilidad ante la falta del apalancamiento de todo el sector bancario privado y público del país. Solo el banco de Venezuela está otorgando créditos de manera muy timorata, solo a sectores muy pequeños, mayormente para emprendedores, créditos de 2.000 a 3.000 dólares, mientras que a las pequeñas entre 20.000 a 30.000 dólares, capital insuficiente para echar adelante los negocios”, apuntó el experto en finanzas.
Según datos recabados por el profesor universitario, el nivel de rentabilidad hoy oscila entre 7% y 8%, y depende de la naturaleza de las empresas.
“Los índices inflacionarios van mermando mes a mes. Según el Observatorio Venezolano de Finanzas en lo que va del año 2024, el índice inflacionario se ubica en 48%. Estamos en presencia de una inflación mensual entre un 7% a 8%. Estimo que este año 2024, cerrará entre 80% a 90% de inflación”, destacó Yadala.
Los comerciantes aseguran que las ventas están estacionadas. “No suben mucho, a veces menos de 5% intermensual, y cuando tú cruzas esto con la inflación o la variación de precios es insignificante. Los precios de los bienes y servicios crecen más rápido que las ventas de las empresas”, agregó Yadala.
Nuevos conos monetarios
El consultor de empresas se muestra en desacuerdo con la circulación de nuevos billetes de 200 y 500 bolívares a partir del pasado viernes 16 de agosto. Considera que traerá mayor inflación, porque los negocios ahora se verán obligados a aumentar los precios para generar menor pérdida, con lo que el consumidor final terminará como siempre pagando los “platos rotos” ante este contexto adverso.
“Es prácticamente una nueva devaluación de la moneda, es la segunda adecuación que hace entre comillas al cono monetario: la primera la hicieron cuando desaparecieron el billete de 100 bolívares”, apuntó.
Yadala no descarta que al pasar un año, el billete de 500 bolívares se evapore del mercado y el Gobierno se vea en la obligación de quitarle ceros al bolívar, pese a que está demostrado que es una medida que no funciona.
Ventas en caída
María Flores, comerciante desde hace 35 años, detalla que el movimiento económico en la capital del estado Apure está lento.
“El mes de agosto ha estado mucho más lento que todo el año. Está lenta la entrada de los bolívares. Además, no hay afluencia de clientes en mi tienda de ropa por la falta de dinero, pese a que los precios de las mercancías se han mantenido. Las ventas han caído demasiado durante el mes de agosto, más de un 50%. Nos estamos manteniendo con las ofertas y aun así el movimiento es lento”, indicó Flores.
Los comerciantes de este rubro esperan recuperarse a finales de año, con la llegada periodo escolar y la época decembrina, con el cobro de los bonos y utilidades que permiten la compra de mercancías.
Una vendedora informal de ropa de niños que labora en el bulevar de San Fernando lamenta el descenso de por lo menos 70% en las ventas desde enero de 2024, lo que se ha agravado luego de las elecciones presidenciales. Sin embargo, se niega a irse del país porque tiene niños pequeños.
“La gente compra mayormente comida en lugar de ropa. La semana pasada no hice ni 50 dólares en toda la semana. Espero meter otro tipo de mercancía, ropa de adulto y deportiva para poder recuperarme y hacerle frente a la crisis. Cada día me alcanza menos el dinero. Gracias a Dios en mi casa también trabaja mi esposo para poder sobrevivir los cinco integrantes de mi familia y así consumir proteína tres veces a la semana. La situación está bastante crítica, pero para adelante”, dijo la vendedora informal que pidió mantener en reserva su nombre.
Una encargada de un puesto de ropa en el bulevar califica como “fatal y terrible” la situación del país, ante la falta de empleos, bajos sueldos y salarios. “Estamos peor que Cuba. Mi esposo nos ayuda porque trabaja en el campo y trae a nuestra casa el pan de cada día. Solamente Jehová de los ejércitos puede meter su mano y ayudarnos al respecto”, afirmó la mujer.
Recomendaciones para subsistir
El economista Yadala sugiere a las amas de casa comprar solo lo necesario para el hogar para rendir el dinero, mientras pasa esta coyuntura política, porque se desconoce su final y el Gobierno está repitiendo patrones erróneos ya implementados sin resultados satisfactorios para enrumbar económicamente al país.
Al emprendedor y mediano empresario, especialmente aquellos están en la entidad llanera, les recomienda establecer una base de cálculo exacta del inventario mínimo para mantenerse en el tiempo, porque si invierten en inventario y las ventas no ayudan o los inventarios no están rotando, no se puede reponer inventario ante la inflación alta.
Prevé que en los próximos meses del año 2024, se dispararán los precios, debido a las bonificaciones de fin de año y la emisión de los billetes de 200 y 500 bolívares.
“Estamos metiendo más dinero inorgánico, porque no se tiene la cantidad de reservas internacionales en dólares suficientes guardadas en el Banco Central, mientras los bancos privados ofrecen dólares al menudeo a las empresas medianas y a las grandes que tienen capacidad para importar. Entiendo el Gobierno quiere que el Bolívar se posicione sobre el dólar, pero esto es imposible porque es una moneda referencial en el mundo”, detalló.
El modelo económico venezolano es prácticamente abstracto e impredecible, porque existe una inflación en los precios cotizados en dólares. “Es un sistema cambiante en el corto y mediano plazo, se violenta la ley de libertad de mercado, lo que llevó a la escasez, la baja producción. Las empresas fabricantes en Venezuela cerraron y las transnacionales se fueron a otros países, por eso hemos perdido mercado, hay pocos productos para ofrecer por cuanto la demanda es limitada”, agregó.