Rowan Brannan, un niño de apenas 12 años, y su madre Amanda salieron una tarde a pasear a su perro por los campos que rodean la ciudad balneario de Bognor Regis, en el condado de West Sussex, en el sur de Inglaterra. La familia llegó hasta las playas de Pagham, un lugar costero a apenas tres kilómetros de su domicilio. Y mientras el can corría arriba y abajo por los caminos, realizaron un hallazgo sorprendente.
Por: Clarín
Encontraron por casualidad una rara pulsera perdida en el suelo, un descubrimiento que, con el tiempo, se fue convirtiendo en un descubrimiento cada vez más fascinante. Porque esta historia, que ocurrió hace dos años y aún no se había hecho pública, tuvo su desenlace hace unos pocos días cuando el Museo Novium de Chichester compró la pieza para exponerla en sus vitrinas a partir del 10 de septiembre.
Nada más encontrar el brazalete, y tal y como indica la ley británica, se pusieron en contacto con el oficial de enlace de hallazgos de su municipio. Tras someter la joya a distintos estudios se confirmó que era de época romana y que probablemente databa del siglo I después de Cristo.
Este tipo de pulsera, a diferencia de la mayoría de los adornos usados durante el período romano, probablemente perteneció a un hombre en lugar de a una mujer. Los arqueólogos del museo británico explican en un comunicado que se trata de un tipo de brazalete militar (u “honor de batalla”) que es posible que fuera un reconocimiento por la valentía mostrada por su propietario en el campo de batalla.
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