Domingo Alberto Rangel: Elon Musk y nosotros

Domingo Alberto Rangel: Elon Musk y nosotros

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Cuando uso la palabra “nosotros” en el titular no me refiero en exclusiva a los venezolanos… prefiero extender el significado.

Y tratándose del dueño de la antigua twitter ahora llamada X es obligatorio explicar.

Y es obligatorio porque erróneamente puede creerse que “nosotros” solo incluye a los iberoamericanos… o a los pueblos poco desarrollados.





Pero no es así: con este “nosotros” me refiero a los países donde ha recalado este sudafricano de estirpe racista… para vender su parafernalia en oferta permanente.

Refrescando la memoria de algunos que solo piensan en los mantras de la política… me obligo a recordarles que el ciudadano Elon Musk antes de interesarse por Venezuela, pasó por varios países europeos e incluso se interesó por estados tan distintos como pueden ser Bolivia y la Argentina… el Brasil y la Guyana.

En ninguno tuvo éxito y en algunos al actuar como elefante en venta de vajillas… terminó peleado con las élites políticas como es el caso de Bolivia donde al declarar que el litio que yace en tierras de ese país “no es de los bolivianos”… tuvo que cambiar la política por el aventurerismo.

Bien: ¿qué proponía el ciudadano Elon Musk en esos países que van desde Italia y España hasta la Argentina, el Brasil y México?

Simple: negocios… pero para él… no para esos países.

En todos ofreció montar plantas de carros eléctricos de marca Tesla que es la suya.

A primera vista la oferta no se veía mal: vendrían empleos, impuestos y el país recibiría propaganda.

El problema estriba en que la oferta del ciudadano Musk es engañosa… porque el avivado sudafricano nunca pensó poner su dinero para desarrollar las plantas Tesla.

Pedía y pide avales de los estados… para montar las fábricas… avales que no incluían ni incluyen la supervisión del avalista.

Es decir que Elon Musk con el aval de determinado país… sacaría préstamos para montar sus fábricas de autos camiones eléctricos… préstamos que no son supervisados por el estado avalista… y que pueden terminar sin ser pagados… como sugiere el record del señor Musk a quien le están obligando a entregar Tesla a causa de otros monos que viene arrastrando el susodicho.

Ahora se entiende por qué ni los europeos ni los americanos –“nosotros”- aceptamos la oferta engañosa de míster Musk.

No me cabe duda que las conversaciones de Elon Musk con voceros venezolanos fueron como dicen los más jóvenes… “rudas”.

¡Lo cual explica muchas cosas!