El petrolero griego ‘MV Sounion’ sigue en llamas este lunes, por cuarto día consecutivo, tras incendiarse en el Mar Rojo al sufrir un “ataque externo” atribuido a supuestos rebeldes hutíes del Yemen, y amenaza con una catástrofe medioambiental si no se logra impedir un posible derrame de unas 150.000 toneladas de petróleo.
La misión naval de la Unión Europea (UE) en el Mar Rojo alertó hoy de que continúan ardiendo focos de fuego “en al menos cinco puntos de la cubierta principal del buque”, que tras el ataque permanece anclado al oeste de Al Hodeida (Yemen), en aguas internacionales.
“Se estima que estos incendios se encuentran alrededor de las escotillas de los tanques de petróleo del buque”, señala la Misión Aspides de la Fuerza Naval de la UE en un comunicado publicado en su cuenta oficial de X.
Además, una parte de la superestructura del barco (todo lo que se construye sobre la cubierta) también está en llamas, añade la nota.
Aunque hasta el momento no hay “obvias señales de derrame de petróleo”, todos los buques en el área deben “extremar las precauciones, ya que el MV SOUNION representa un peligro tanto para la navegación como para el medio ambiente”, advierte la misión naval de la UE.
El ataque tuvo lugar el pasado miércoles al oeste de Al Hodeida, una de las bases operacionales desde la que los rebeldes chiíes hutíes lanzan sus ataques contra barcos supuestamente vinculados a Israel.
Un día después, un buque de la Misión Aspides llevó a cabo una operación de rescate en respuesta a una solicitud de ayuda urgente del capitán del petrolero.
No obstante, el pasado viernes, un día después del rescate, “el buque inmovilizado sufrió un incendio provocado por un ataque externo”, aseveró la misión.
Ese mismo día, los hutíes reivindicaron el ataque mediante un vídeo con imágenes de explosiones y del buque ardiendo.
En un comunicado emitido este sábado, el portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos, Mathew Miller, afirmó que el ataque contra el ‘MV Sounion’ podría provocar el derrame de un millón de barriles de petroleo, es decir, unas 150.000 toneladas.
Se trata de una cantidad cuatro veces mayor que la del desastre del Exxon Valdez (1989), una de las mayores tragedias ambientales de Estados Unidos, que acabó con enormes consecuencias para la fauna de Alaska.
En su comunicado, la misión Aspides resalta que estos ataques atentan no solo contra la vida de los marineros y la libertad de navegación, sino también contra la vida de todos los ciudadanos que viven en la región del Mar Rojo.
Según el diario griego Kathimerini, el buque griego cargó el petróleo en el puerto de Basora, en Irak, y se dirigía hacia el puerto de Corinto, en Grecia central. EFE