La detención en Francia de Pavel Dúrov, el multimillonario ruso-francés fundador y CEO de la aplicación de mensajería Telegram, ha suscitado de nuevo preocupación sobre esta red de mensajería, que ya ha sufrido restricciones en varios países del mundo.
Con cerca de mil millones de usuarios, Telegram Messenger es una aplicación de mensajería instantánea para dispositivos electrónicos lanzada el 14 de agosto de 2013 por los hermanos rusos Nikolái y Pável Dúrov como una alternativa a la aplicación WhatsApp. Tras una primera app para iOSS, en octubre de ese año apareció la versión para Android. Además, desde enero de 2014 existen versiones de la aplicación para ordenadores de sobremesa (Windows, Mac y Linux).
Sin embargo, la seguridad y la protección a la privacidad del usuario que ofrece pronto la hicieron muy popular, hasta alcanzar en 2024 casi 1.000 millones de usuarios activos en el mundo.
Con sede en Dubai y traducida a más de 20 idiomas, si algo caracteriza a Telegram es la sincronización a la nube de forma permanente, de manera que sus usuarios pueden acceder a los mensajes desde diferentes dispositivos a la vez, incluyendo tablets y ordenadores, y compartir un número ilimitado de fotos, videos y archivos (doc, zip, mp3, etc.) de hasta 2 GB cada uno.
La plataforma ofrece también la creación de bots (mensajes automáticos), la implementación de chats secretos que protegen la privacidad de los usuarios con un cifrado exclusivo entre el emisor y el receptor y la limitación de hasta 200.000 personas por grupo.
Por todo ello -su cifrado, el gran tamaño de los grupos y la posibilidad de compartir archivos de cualquier tipo o tamaño- ha suscitado dudas sobre si ha podido convertirse en un instrumento muy atractivo para delincuentes y extremistas.
Telegram ha sido retirada de las tiendas de apps o bloqueada judicialmente en varias ocasiones por permitir el intercambio de contenidos ilegales, y en el caso de los regímenes autoritarios, por alentar protestas de opositores.
Restricciones de Telegram en el mundo
En algunos países de la Unión Europea (UE) esta red ha tenido que afrontar limitaciones, como las adoptadas en mayo de 2021 por las autoridades de Países Bajos, que bloquearon dos canales en los que se distribuían teorías de la conspiración sobre la comisión de actos pedófilos y rituales satánicos con sacrificio de niños.
En Alemania, la extrema derecha y los ‘antivacunas’ encontraron en plena pandemia su sitio para difundir bulos, odio y amenazas hasta el punto de que las autoridades se plantearon el bloqueo de la plataforma.
También, en octubre de 2022, las autoridades alemanas impusieron una multa de 5.125 millones de euros a la compañía, acusándole de violar las leyes sobre información del país.
En junio de 2022, cuando entró en vigor el código de buenas prácticas de la Comisión Europea para combatir la desinformación en internet, acordado con Google, Meta, Twitter, Microsoft y TikTok, las autoridades europeas animaron a Telegram y Apple a firmarlo, aunque señalaron que no había intención de “forzar a nadie”.
El bloqueo o la suspensiones de la red han sufrido restricciones. Indonesia fue uno de los primeros países en actuar contra esta aplicación de mensajería y en julio de 2017 bloqueó el acceso a once de sus servidores para evitar la proliferación de contenidos radicales y terroristas.
En abril de 2018 un tribunal de Moscú ordenó el bloqueo de Telegram en toda Rusia al considerar que no cumplía con sus obligaciones legales en la difusión de información. El cierre provocó protestas con miles de asistentes. Las autoridades levantaron el bloqueo en junio de 2020.
En 2018, en mayo, fue Irán quien bloqueó Telegram por dañar la seguridad nacional por su papel en la convocatoria de protestas.
El mismo motivo, impedir la convocatoria de protestas, estuvo detrás de la decisión del Gobierno de Tailandia de bloquear la aplicación en octubre de 2020.
En marzo de 2022 la Corte Suprema brasileña ordenó el bloqueo de Telegram por la negativa de sus responsables “a colaborar con la Justicia” en relación con la difusión en masa de noticias falsas. Dos días después la justicia anuló la suspensión tras retirar la plataforma informaciones falsas publicadas por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, entre otras “determinaciones judiciales”.
Desde entonces ha habido varias suspensiones temporales, por no entregar datos de grupos neonazis (abril 2022) o por una campaña de Telegram contra un proyecto de ley para combatir la desinformación en internet (mayo 2023).
En agosto de 2023 el Gobierno de Somalia prohibió TikTok y Telegram para evitar su uso terrorista.
En España, la medida más impactante contra la aplicación la tomó el 23 marzo de 2024 Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional, quien le dio tres horas a los operadores para bloquearla a raíz de una denuncia presentada por Mediaset, Antena 3 y Movistar Plus+ en la que acusaban a la aplicación de alojar sin permiso contenido protegido por derechos de autor. Previamente, la Fiscalía había informado a favor del bloqueo.
Sin embargo, tras la alarma generada por considerarse una ataque a la libertad de expresión, días después Pedraz retiró la orden de bloqueo al constatar que su decisión inicial fue “excesiva y no proporcional” por la posible afección a los usuarios. EFE