Leena Pettigrew es una analista de sistemas informáticos que se abocó de lleno a su emprendimiento de venta en línea de plantas de interior. Solo destina unas 20 horas a la semana y generó en su primer año la increíble suma de 148 mil dólares. La mujer de 44 años ahora es consultora remunerada, realiza subastas en transmisiones en vivo y vende alrededor de 100 plantas en cada una.
Por La Nación
El giro en la vida de Pettigrew comenzó en 2022, cuando compró varias plantas para redecorar su casa. Sin mucho conocimiento sobre botánica y jardinería, estas plantas crecieron más de lo que esperaba y tiempo después se encontró con su dormitorio, oficina y living colmado de Monsteras de dos metros y medio de altura, por lo que decidió vender algunas, según contó a la cadena CNBC.
En junio de 2023, la mujer se unió a la plataforma Palmstreet, donde miles de usuarios venden y compran este tipo de productos de diseño de interiores. Sin embargo, se trata de un mercado competitivo: se necesitan alrededor de 1000 dólares para generar el inventario como para que el sitio acepte la solicitud, según Pettigrew.
Así, la mujer se dedicó a buscar, cultivar, empaquetar y enviar plantas de interior a todo Estados Unidos, desde la sencillez del garage en su casa en la ciudad de Houston, Texas. Para potenciar sus ventas, empezó a hacer dos transmisiones en vivo semanales a través de su cuenta en la plataforma junto con su esposo, Marquise, donde subasta sus plantas.
“Cuando empecé, me ponía muy nerviosa frente a la cámara y sentía que tenía que hacer mucha preparación para tener éxito”, recordó. El emprendimiento funcionó y ahora Pettigrew vende alrededor de 100 plantas en cada subasta y tiene unos cinco empleados con el servicio al cliente, marketing y logística, además de la colaboración de su esposo.
Por otra parte, es consultora remunerada en la plataforma y capacita a nuevos vendedores para alcanzar el mismo éxito que ella logró. Entre estas distintas actividades, solo en 2023, facturó unos 148.600 dólares.
“Los trabajos secundarios y los trabajos remotos que mi esposo y yo hacemos todos se realizan desde casa, por lo que puede resultar difícil dejar de trabajar”, comentó la mujer, que junto a su pareja también son copropietarios de un taller de reparación de automóviles al que Marquise le destina únicamente seis horas semanales.
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