El País: Avatares para proteger a periodistas; redes y boca a boca para informar en Venezuela

El País: Avatares para proteger a periodistas; redes y boca a boca para informar en Venezuela

Dos hombres usan su teléfono móvil mientras una policía trabaja tras ellos, en Caracas (Venezuela), el 28 de julio de 2024. Marina Calderon

 

 

“Es como si un pelotero anotara un home run y pidiera revisarlo”, dice El Pana para explicar la cuestionada maniobra de Nicolás Maduro para validar su triunfo electoral ante el Tribunal Supremo de Justicia, en medio de los señalamientos de fraude y la omisión de la divulgación de los resultados. El Pana es moreno, va siempre con pantalón mostaza, camisa a cuadros, gestos casi congelados y comparte la narración de noticias con La Chama. Ambos son avatares creados con inteligencia artificial que prestan su cara de bytes para difundir la información que producen decenas de periodistas desde Venezuela, sin comprometer su identidad y su seguridad en medio de la crisis política que se vive después de las elecciones del 28 de julio que ha dejado miles de detenidos, entre ellos 12 periodistas.





Por EL PAÍS

La iniciativa lleva apenas una semana al aire y lanza episodios diarios con actualizaciones que se comparten y viralizan a través de redes sociales. Es una de las estrategias que han desarrollado una decena de medios independientes y plataformas de verificación de información como Runrunes, El Pitazo, Tal Cual, Efecto Cocuyo, Cazadores de Fake News, entre otros, para sortear la censura y las dificultades de contar el país desde el terreno. Cerca de 400 medios han cerrado durante l20 años de chavismo, más de cien dominios de páginas web, en su mayoría informativas, están bloqueados por órdenes del Gobierno, al igual que X, la plataforma de Elon Musk, que Maduro ha convertido en su enemigo.

Con los avatares, bautizados con la forma local como se les dice a los jóvenes en Venezuela, se amplifica el trabajo de los periodistas de una veintena de medios independientes integrados en las alianzas informativas llamadas La Hora de Venezuela y Venezuela Vota, creadas para cubrir las elecciones del 28 de julio. El formato fue ideado y producido por la plataforma latinoamericana de periodismo colaborativo Connectas que apoya en la articulación de estas alianzas. Recurrir a la inteligencia artificial para proteger la identidad de los periodistas habla de las dificultades del contexto en el que se está ejerciendo ahora mismo en Venezuela.

“Esta es la forma en cómo los periodistas en Venezuela tienen que ejercer su oficio”, explica desde Colombia, Carlos Huertas, director de la Mesa Editorial de Connectas. “Por eso se han diseñado estrategias para hackear el cerco que hay hacia la información verificada y contrastada. Luego de las elecciones la represión aumentó y el nivel de exposición que tenía un periodista aumentaba, por eso se buscó esta alternativa para darle un uso inteligente a la IA, pues los contenidos son elaborados a partir de las investigaciones que hacen los periodistas venezolanos adaptadas al formato avatar”.

Desde fuera de Venezuela, los ciudadanos también se organizan para producir más información sobre lo ocurre. En Hacha y Machete, con cuenta en Instagram y Tiktok y grupos de Whatsapp y Telegram intentan abrirle camino a la opinión y, sobre todo, a la explicación del país. Luken Quintana está al frente desde Barcelona. Es un ingeniero civil con vocación política y un pasado en el movimiento estudiantil que presionó a los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En algún momento le tocó emigrar como ya lo han hecho más de 7 millones de venezolanos.

“Lo que hacemos es identificar los temas informativos sobre los que se está hablando menos o sobre los que hay vacíos informativos y enfocarnos en eso. Vemos una posibilidad de informar a los venezolanos que están fuera, que también permea hacia adentro y también a los no venezolanos”, dice Quintana por videollamada. El crecimiento de los canales de monitoreo, donde hacen seguimiento a la actualidad de la crisis y ponen en contexto cada nuevo movimiento o declaración, habla del hambre informativa que hay en Venezuela. El 28 de julio, el propio día de las elecciones, había 100 personas. Dos días después eran más de 3.000. En TikTok empiezan a crecer vertiginosamente.

Nicolás Maduro ha convertido ahora el uso de las redes sociales un campo minado. En las últimas semanas, el miedo ha hecho que la gente borre sus señas de identidad digital, oculte sus fotos de perfil y se inhiba de expresarse en grupos de Whatsapp. El chavismo ha pedido a sus seguidores delatar a quienes disienten del Gobierno, en particular, los que han salido a protestar en las manifestaciones convocadas por la oposición en rechazo a los resultados de las elecciones. Se han denunciado casos en los que la policía detiene a ciudadanos en la calle y les pide mostrar sus teléfonos, aunque esto viola el principio de privacidad de las comunicaciones que está en la Constitución en busca de algún indicio que los pueda mostrar como opositores al Gobierno.

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