Los vecinos no pueden evitar hablar de este club de lucha. Los residentes de un edificio de apartamentos de Queens dicen que apenas han tenido un momento de paz desde enero, cuando un hotel de 128 habitaciones en Long Island City se transformó en un refugio para inmigrantes administrado por la ciudad.
Por New York Post
Los niños que viven en el edificio de siete pisos merodean en grupos grandes y sin supervisión frente a la entrada principal prácticamente todas las noches, según afirman los residentes de la casa contigua, en 911 44th Drive. Desde las 8 p. m. hasta bien pasada la medianoche, los adolescentes se pelean y se persiguen entre sí, gritando, chillando e interrumpiendo el sueño de los vecinos.
“He visto a los niños enfrentándose como si fuera el ‘Club de la lucha’ y los he visto ahorcándose entre ellos”, aseguró otro residente. “A veces, los guardias salen y los dispersan. Pero también los he visto no hacer nada”.
“La otra noche, cinco o seis adolescentes de entre 12 y 14 años estaban golpeando a un niño pequeño”, indicó el residente. “El niño no podía tener más de 8 años y le estaban dando patadas en la cabeza después de obligarlo a subirse a la acera”.
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